Llegaron las celebraciones de fin de año y con ellas también las comilonas y los brindis. Entre tantos agasajos y comidas deliciosas no puede faltar en la mesa un buen vino.
Entre familiares o entre amigos, siempre buscamos sorprender con una botella de esta bebida a base de uvas.
El consumo moderado, sobre todo del tinto, cuenta con algunos beneficios para la salud: ayuda a contrarrestar diversas enfermedades (especialmente las del corazón) y a mantener el cuerpo relajado.
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El primer punto para elegir un buen vino en Navidad es el maridaje, es decir la conjunción de vino y comida, dependerá de los alimentos para casar perfectamente la bebida con nuestro paladar.
La elección del vino se basa en lo que se servirá en la mesa: tipo de carne, su preparación, los condimentos…
Para maridar vinos y pavo, que es uno de los platos estrellas de la época, se cuenta con muchas y excelentes opciones.
Según el sitio web sabrosia.com, si el pavo está cocinado con un relleno dulzón, lo que se conoce como el estilo norteamericano, se puede acompañar con un vino tinto joven y frutado, como por ejemplo un shiraz o un merlot.
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Pero si estás pensando en vinos blancos, para el pavo tienes alternativas bajas en acidez y de delicado dulzor y aroma a frutos y flores, como el riesling o el gewurztraminer alemanes. También puedes optar por el rosé que no sea demasiado dulce como un malbec o un shiraz. Y si quieres descubrir nuevas sensaciones, ¿qué tal un cava rosé?
Las celebraciones con nuestros familiares y amigos hacen que en estas fechas se consuman más los vinos espumosos. Se suelen descorchar hacia el final de la noche y para brindar. Sin embargo este tipo de vino puede ser la compañía perfecta durante los primeros y segundos platos de las cenas o comidas durante todas las celebraciones.