La calificadora de riesgo Standard & Poor’s Global Ratings bajó esta tarde la calificación crediticia a largo plazo del país de B a B-.
En resumen, informó a través de un comunicado de prensa desde la Ciudad de México, “la liquidez de El Salvador se ha deteriorado significativamente”.
Lo anterior, debido a las prolongadas e infructíferas negociaciones entre el Gobierno y los partidos de la oposición sobre el conjunto de reformas fiscales que han debilitado el manejo de la deuda pública del país.
Además de ese estancamiento político, la calificadora de riesgo señala que la contínua erosión del perfil fiscal y de la deuda pública nacional ha incrementado las incertidumbres con respecto a su acceso a la liquidez adecuada para cubrir sus requerimintos de fondeo en 2017 y en 2018.
Por otra parte, la baja en las calificaciones de ambas monedas también está fundamentada en el debilitamiento de las expectativas de crecimiento económico de El Salvador, en un contexto en el que lo único que ha crecido es la desconfianza de los inversionistas.
Asimismo, el retraso promovido por los partidos de oposición para aprobar en el Congreso la emisión de deuda externa derivó en la reducción de la liquidez del Gobierno, y eso se tradujo en incrementos en su ya alta deuda de corto plazo (Letras del Tesoro, Letes).
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