Entre esta semana y la que viene la mayoría de empresas celebran las tradicionales cenas de Navidad. El alcohol campa a sus anchas y, casi sin darnos cuenta, acabamos haciendo algo de lo que nos arrepentiremos la mañana siguiente.
Muchos dan por hecho que este tipo de eventos constituyen un paréntesis en la relación laboral, y no importa hacer determinadas cosas que están totalmente prohibidas en la oficina.
Y hasta cierto punto es así, pero no se puede pensar que, como en Las Vegas, lo que ocurre en la cena de Navidad se queda en la cena de Navidad.
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“Todos los años hay gente que me llama después de las vacaciones para contarme que han sido despedidos por algo que ha pasado durante la fiesta de Navidad, que involucraba a compañeros, consumidores, contratistas u otros colegas”, asegura la reconocida abogada laboralista Donna Ballman en AOLJobs.
Entre las recomendaciones de la especialista están:
1. No bebas demasiado
Según Ballman, bajo ningún concepto debes emborracharte en la cena de Navidad. ¿Pero si lo hace todo el mundo? Sí, pero unos más que otros, y todas las grandes meteduras de pata las cometen aquellos que se han pasado con la bebida. Intenta no beber más de dos copas y, después, pásate a los refrescos. Si no puedes controlarte, es mejor que no vayas.
2. No bailes de forma “inapropiada”
La abogada asegura que mucha gente acaba en la calle por bailar de forma “inapropiada” en una fiesta de empresa. ¿Y qué es inapropiado? “Cualquier movimiento que imite una conducta sexual es peligroso si tus colegas están presentes”, asegura Ballman. Si dudas, mejor siéntate.
3. Si vas a tomar no manejes
Por mucho que pienses que no vas a beber nada, es muy fácil acabar tomando el suficiente alcohol como para dar positivo en un control de alcoholemia. Si encima te has ofrecido a llevar a algunos compañeros a su casa te estás arriesgando demasiado a tí, tus compañeros y los demás que andan en la calle. Ni lo dudes: vuelve en taxi.
4. Evita problemas con tus compañeros
Los líos entre colegas son la comidilla de toda cena de empresa que se precie. No en vano, los romances entre compañeros son tremendamente habituales: según una encuesta reciente la mitad de los trabajadores han mantenido alguna vez una relación sexual con un colega. El problema de los romances surgidos en la cena de empresa es que suelen estar inducidos por el alcohol, sin tener en cuenta las jerarquías (es muy peligroso que te líes con un subordinado) y en un contexto que nada tiene que ver con el de la oficina. Y esto puede generar numerosos problemas.
5. No presiones a nadie
Hay muchas razones por las que una persona está obligada a denegar una invitación a la cena de empresa, y no debemos presionarla para que venga. Quizás tenga que cuidar a su familia, problemas en casa o quizás es alcohólico y no quiere acudir a este tipo de eventos. Sea como fuere, presionar a la gente para venir a la fiesta (o para quedarse más tiempo) es una mala idea.