Penal Apanteos favorece los matrimonios colectivos

Un grupo de reclusos logró legalizar su relación con sus respectivas parejas, confiados en vivir juntos al concluir sus condenas 

descripción de la imagen

En total, 12 reos se unieron en matrimonio con sus parejas.

/ Foto Por Jonathan Henriquez

Por Jonathan Henríquez

2016-12-13 6:28:00

SANTA ANA.  Doce parejas decidieron unir sus vidas de forma civil y religiosa en el  penal de Apanteos. Los contrayentes aseguraron que no importa lugar ni condiciones para poder estar casados, siempre y cuando sea amor verdadero.

Las mujeres se mostraron muy felices de poder dar un paso más en la vida a pesar de que sus parejas están privadas de libertad. Sin embargo, no pierden la esperanza de estar algún día juntos como familia, manifestó Ernesto Carillas, uno de los contrayentes.

“Desde que éramos novios y no estaba preso, le prometí casarme con ella y ahora lo estoy cumpliendo ante los ojos de Dios; no importa las condiciones donde estemos, el amor todo lo puede y Dios nos ayudará a salir adelante a pesar de que yo no pueda estar con ella como una familia normal”, expresó emocionado el reo.

La directora del reclusorio, María Isabel Baños, explicó que una de las principales líneas de acción impulsadas por el sistema penitenciario es el fortalecimiento y la unidad familiar, amparadas en las leyes de la familia donde los privados de libertad llevan un proceso de enseñanza religiosa y espiritual para dar el paso hacia la unión familiar, pese a que están en un recinto.

“Nosotros con el equipo de trabajo del centro penal tenemos como compromiso el inculcarles la unión familiar, que el hecho que estén privados de libertad no sea un impedimento para tener su familia y querer cambiar con ellos. Esta es la novena boda colectiva que realizamos en este año. Todas han sido exitosas porque siempre estamos dándoles consejería matrimonial para que juntos se ayuden y puedan seguir juntos”, expresó Baños.

Esta iniciativa se enmarca en el artículo 9, inciso 9, de la Ley Penitenciaria que establece el mantener sus relaciones de familia; además del programa de fortalecimiento de las relaciones familiares de la Dirección General de Centros Penales (DGCP), que busca promover la integración familiar en un clima de tolerancia e igualdad.

El pastor de la Iglesia de las Asambleas de Dios, Óscar Fajardo, fue quien llevó a cabo la ceremonia. “Siempre venimos y hablamos con ellos. Este es un proceso largo y hasta que nosotros vemos que ellos están seguros de dar este gran paso, realizamos las bodas”, explicó.