Independiente del rubro del servicio o producto que vendas, tener un espacio agradable para atender a tus clientes es esencial para que el mismo negocio siga creciendo.
Si ya llevas un tiempo con tu empresa propia y has comenzado a sentir que el lugar te queda pequeño, es momento para considerar cómo mejorar la experiencia de tus clientes. Recuerda que un lugar reducido, mal distribuido y desordenado hará que un cliente se sienta incómodo y aunque no te lo diga probablemente no quiera volver, aunque tu producto o servicio sea bueno.
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Para ganarte la fidelidad de un cliente un factor poderoso es el espacio donde se atiende, pues esto dice mucho de tu marca y se genera una impresión buena, mala o coherente con tu rubro.
Analiza tu marca
Antes de comenzar a diseñar debes hacer un repaso por la identidad de tu marca, pensar en el tipo de servicio o producto que ofreces, qué colores y objetos van acorde y representan a tu empresa. Piensa también en los valores de tu organización, recuerda que el diseño debe ser coherente con ellos y reflejarlos.
Funcionalidad
Para economizar espacio usa objetos y muebles que tengan doble función. Por ejemplo, puedes tener una mesa de centro en la que también puedas guardar documentos, a una mesa desplegable según la cantidad de personas que necesiten trabajar en ella.
Viejo truco
Si quieres agrandar todavía un poco más el espacio, o al menos dar la sensación de más amplitud, usa espejos. Entre más grandes mejor. Recuerda escoger un marco que vaya acorde al resto de la decoración; minimalista, barroco, moderno, clásico, etcétera. Debes analizar bien un lugar estratégico de ubicación.
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Dale aire a las paredes
Si vas a tener paredes más grandes no las satures con cuadros descomunales. El ojo humano necesita percibir espacios libres para sentirse más cómodo. Las tendencias generales de diseño van más por el minimalismo y detalles pequeños.