“El incremento es conveniente y necesario pero deben respetarse los procedimientos, todos estamos de acuerdo en eso”, dijo Zablah.
“Yo sí estoy en favor que se aumente el salario, el problema es que cuando se trastocan las leyes se afecta la inversión”, dijo por su parte Lorenzana.
Ambos representantes consideraron irregular que el ajuste había sido demorado por mucho tiempo, primero por no lograr consenso en el Consejo y luego porque el Ministerio de Trabajo nunca enviaba sus observaciones.
“Se tardó el proceso y después, hasta que cambiaron a los representantes del Consejo ya aprobaron rápidamente el ajuste?”, criticó Lorenzana.
El analista insistió en que en ese sentido, no sería extraño que en poco tiempo “el gobierno dijera que va a hacer otro aumento, con tal de ganar votos”. “El gobierno hace uso de la demagogia política para ganar votos”, dijo Lorenzana.
Para Zablah, la anuencia del sector privado empleador en participar en el Consejo se debe a que dudan de la legalidad del proceso y no tanto por el ajuste en sí.
“Los sectores empresariales están preocupados no tanto por el aumento si no por el procedimiento, no fue el correcto”, señaló y agregó que es posible que el caso llegue hasta la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Añadieron que el país debe buscar concretar un plan estratégico que posibilite el crecimiento económico, generación de empleos, formalización y atracción de inversiones.
”Si la economía no se desarrolla y no crece, no hay mejores salarios ni empleos”, añadió Zablah.