Con una emotiva eucaristía fue recordado ayer en la parroquia de Santa Elena por los católicos salvadoreños, Monseñor Javier Echevarría, prelado de Opus Dei, quien falleció en Roma el 12 de diciembre.
La eucaristía fue presidida por Monseñor León Kalenga, Nuncio Apostólico (embajador) del Papa Francisco.
Durante la homilía, Monseñor Kalenga recordó la vida de Monseñor Echevarría y destacó su servicio a la iglesia y a sus prójimos, ya que él era un hombre entregado y consagrado a la vida cristiana.
“Las almas de los justos son eternas al igual que la palabra de Dios”, dijo el nuncio refiriéndose al este siervo de la iglesia.
Aprovechó la oportunidad para exaltar la vocación de Monseñor Echevarría, puesto que aseguró que su trabajo en el Opus Dei fue un ejemplo a seguir porque él buscó vivir acorde a la conciencia de la organización y la santidad.
“Él nos indicó el camino que debe seguir la sociedad de amar y seguir la luz”, manifestó.
También recordó el mensaje principal que dejó Monseñor Echevarría cuando visitó el país en 2014.
Afirmó que en la actualidad existe la necesidad de que se practique por la situación que vive el país, ya que si existiera un amor entre las personas, la paz y la transformación de la sociedad serían posibles.
“Cuando nos visitó habló mucho de la paz, eso es lo que necesitamos. Nosotros tenemos que ser creadores de la paz, esa debe de ser la vocación de toda sociedad”, puntualizó.
Lo describió como un hombre que iluminó el camino de los demás, sencillo y “sumamente espiritual”.
Además aseguró que era admirable su entrega al prójimo, consagrado y dedicado a la vida cristiana.
El prelado del Opus Dei falleció el pasado 12 de diciembre en la ciudad de Roma, a los 84 años, a causa de una insuficiencia respiratoria.
Según el sitio oficial del Opus Dei, un prelado es quien dirige la organización bajo las normas del derecho general de la Iglesia.
“En el gobierno del Opus Dei, el prelado cuenta con la colaboración de un consejo de mujeres, la Asesoría Central, y otro de hombres, el Consejo General”, describe el sitio.
El mensaje del prelado
“Salvadoreños, ámense los unos a los otros”, fueron las palabras en 2014 del prelado del Opus Dei, según recordó Monseñor Kalenga.
Aseguró que durante la visita, Monseñor Echevarría insistió en la paz, y sus palabras fueron inspiradas por el Espíritu de Dios.
Por ello, Monseñor Kalenga exhortó a los feligreses a vivir en armonía y trabajar por construir una mejor sociedad donde impere el amor a Dios y los demás.
“Dejemos que el Niño Jesús nazca en nuestro corazones y guíe nuestra vida para tener una mejor sociedad”, manifestó.
Aseguró que los ejemplos, como el del prelado del Opus Dei, deben de seguirse porque ayudan a construir sociedades más justas, ya que sus acciones y palabras son inspiradas en Dios y “la Palabra de Dios no pasará”.
“Necesitamos hombres y mujeres que vivan con valores espirituales”, indicó.
El padre Carlos Torrijos, vicario de Opus Dei en El Salvador, pidió a la sociedad salvadoreña que trabaje por una transformación social, según el mensaje de Monseñor Echeverría.
También dijo que la labor del Opus Dei es trabajar porque el deseo del prelado se cumpla.
“Vamos a formar a la gente para que ellos sean agentes y formadores de paz para transformar la sociedad”, aseguró.
Torrijos añadió que la mayor transformación que necesita el país es fomentar del amor entre las personas.
El Opus Dei es una prelatura especial de la Iglesia Católica que promueve la vida cristiana en el trabajo y las actividades cotidianas.
En la actualidad tiene más de 90 mil miembros en 68 países. En El Salvador tiene más de 50 años de presencia.
Kalenga refiriéndose al prelado del Opus Dei.
Aprovechó la oportunidad para exaltar la vocación de Monseñor Echeverría, puesto que aseguró que su trabajo en el Opus Dei es un ejemplo a seguir porque él busco vivir acorde a la conciencia de la organización y la santidad.
“Él nos indicó el camino que debe de seguir la sociedad de amar y seguir la luz”, manifestó.
También recordó el mensaje principal que dejó Monseñor Echeverría cuando visitó el país en 2004.
Afirmó que en la actualidad existe la necesidad que se practique por la situación que vive el país, ya que si existiera un amor entre las personas, la paz y la transformación de la sociedad fuera posible.
“Cuando nos visitó habló mucho de la paz, eso es lo que necesitamos. Nosotros tenemos que ser creadores de la paz, esa debe de ser la vocación de toda sociedad”, puntualizó.
Lo describió como un hombre que iluminó el camino de los demás, sencillo y “sumamente espiritual”.
Además aseguró que era de admirar su entrega al prójimo, consagrado y dedicado a la vida cristiana.
El prelado del Opus Dei falleció el pasado 12 de diciembre en la ciudad de Roma a los 84 años de edad a causa de una insuficiencia respiratoria.