¿Es sí o es no?

¿Cuál es la nueva apuesta estratégica de país? ¿Qué nueva industria buscan potenciar? ¿Qué incentivos hay para el inversionista local y extranjero?

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El agente Ever Adalberto Peñate Contreras murió en un accidente de tránsito registrado en el kilómetro 81 de la carretera que de Metapán comunica con Santa Ana.

/ Foto Por elsalv

Por José Portillo*

2016-12-20 9:07:00

La empresa privada ha probado ser a lo largo de la historia del mundo, el generador de empleos y oportunidades por excelencia. Cuando la economía marcha bien, nuevos puestos de trabajo son creados, y como resultado, los empresarios se ven obligados a competir por el talento humano vía mejores salarios, para poder retener o atraer a los más capaces y mejor preparados. Es decir, mejores salarios y oportunidades son consecuencia de y no la ruta al crecimiento económico, la carreta nunca debe ir adelante de los caballos.

Cuando los mangos escasean, estos suben de precio, porque hay menos mangos que potenciales compradores. Al llegar la temporada pasa lo contrario, su precio cae, dado que la oferta es superior a la demanda, hay más mangos que devoradores de mango. De igual manera, cuando hay más plazas que trabajadores, el trabajador es mejor remunerado de forma consistente. Situación que solo sucede en economías libres y prosperas, como es el caso de Panamá en nuestra región.

Por lo antes expuesto, resulta una hipocresía total que se rasguen las vestiduras por subir a $300 el salario mínimo, cuando no hay ni una nueva política de gobierno destinada a generar inversiones de alto impacto y creación de empleos de forma masiva. Pregunto, ¿Cuál es la nueva apuesta estratégica de país? ¿Qué nueva industria buscan potenciar? ¿Qué incentivos hay para el inversionista local y extranjero?
¿Cuáles han sido los resultados de la gestión de PROESA bajo la dirección de Sigfrido Reyes? ¿Qué nivel de confianza y estabilidad ofrecen al nuevo inversionista? ¿Cambiarán las reglas del juego en los siguientes 5 años?

El país necesita mucha infraestructura nueva; carreteras, escuelas, mercados, terminales de bus, hospitales, cárceles, un aeropuerto en oriente, entre otros. Todo esto puede ser ejecutado por la empresa privada, generando así miles de empleos y como consecuencia reactivando la economía nacional y llevando bienestar a muchas zonas hasta ahora olvidadas. ¿Pero por qué esto no sucede? Se preguntarán algunos. La respuesta es sencilla, porque tenemos políticos hipócritas, que mientras lloriquearían diciendo que todo esto sería una privatización, se jactan del SITRAMSS, que entregó una calle pública a una empresa privada. O respaldan al alcalde Bukele, que firmó un contrato desde principios de año, donde la Alcaldía paga $85,000 al mes a un privado, dueño de un inmueble que funcionará próximamente como mercado público. ¿Por qué estas privatizaciones no le molestan al FMLN? ¿No les incomoda que un privado sea dueño del inmueble donde opera un mercado público?

La realidad es una, si ejecutivo y partido de gobierno no se despojan de su politiquería barata y discurso de conveniencia, este país no saldrá adelante. Necesitan ser pragmáticos, deben entender que sin la empresa privada, ningún país sale de la crisis. El salvadoreño que conozco quiere oportunidades, buenas oportunidades para salir adelante por sus propios méritos. Señores del gobierno, ustedes no van a crear esas oportunidades, por favor, al menos no estorben para que otros lo hagan.

*Colaborador de El Diario de Hoy.
@jpelsalvador