Comunidades indígenas abandonan tierras en Nahuizalco por las pandillas

En el cantón Cusamaluco podría haber unas 100 manzanas de terreno que han sido cultivadas.

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Lastimosamente en Nahuizalco todos los cantones se encuentran sometidos por las pandillas.

/ Foto Por Oscar Iraheta

Por El Diario de Hoy

2016-12-20 10:00:00

El cultivo de maíz, frijol y hortalizas es el mayor patrimonio de comunidades indígenas del norte y oriente de Nahuizalco. La agricultura en esos lugares no sólo se da en el invierno, si no los 365 días del año debido a la abundancia de agua que hay en el sector, lo cual permite la siembra de hortalizas todo el año.

Sin embargo, las comunidades indígenas consideran que esa “bendición de agua”  que les permite sembrar cualquier cosa en cualquier estación ha sido trastocada en este año por los grupos de pandillas que se han empoderado en ese municipio, según agricultores,  por la poca presencia policial y por la desconfianza que hay en los elementos policiales.

Nahuizalco, en la Ruta de la Flores, sometido por las pandillas

La situación de inseguridad que se vive en la zona rural ha llevado a que este año muchos campesinos no hayan cultivado todas las tierras que acostumbraban.

Diversas fuentes consultadas indican que únicamente en el cantón Cusamaluco se han dejado de sembrar aproximadamente entre 80 y 100 manzanas.

Cusamaluco es un cantón que limita al norte con el caserío Mirazalco, del municipio de Juayúa. En ambos, la presencia de la Mara Salvatrucha es evidente a tal punto que, de acuerdo con lugareños, los pandilleros suelen colocar grandes rocas, a manera de barricadas, para evitar que la policía ingrese al sector.

Sobre la carretera Los Naranjos hay un acceso al caserío Mirazalco. Por esa misma calle se puede llegar hacia Nahuizalco, pasando por Cusamaluco, Tajcuilujlan y Sisimitepet.

Ningún lugareño recomienda a un extraño entrar a esos lugares por el lado de Mirazalco. “La semana pasada trajeron un camión robado y allí descargaron la mercadería”, indicaron unas mujeres.
El 24 de noviembre, la Policía informó que había capturado a dos miembros de la Mara Salvatrucha que se habían ido a refugiar a ese sector.

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Otro de los lugares donde hay tierras sin cultivar es en el sector sur del cantón Pushtan. De acuerdo con campesinos de ese lugar, este año han quedado ociosas unas 20 o 25 manzanas de tierra en las que siempre se había cultivado hortalizas todo el año debido al sistema de riego por gravedad que predomina en la zona.

Hace dos semanas, un lugareño comentó con evidente angustia que no había podido recoger su cosecha de maíz y frijol en el cantón Cusamaluco. 

Otro manifestó que era incierto que pudiera recoger  el maíz y el frijol que sembró con la semilla que le regaló el Ministerio de Agricultura.

¿Por qué hay tierras sin cultivar o por qué no se recogen las cosechas?

Los agricultores coinciden en que el problema es que las pandillas han llegado a tal extremo su control territorial que no permiten que un campesino que vive en un lugar dominado por la pandilla 18 vaya a trabajar a un sector dominado por la Mara Salvatrucha o viceversa.

Hasta el año pasado, los delincuentes habían permitido que hombres mayores residentes en cantones bajo control de una pandilla rival, entraran a trabajar sin ningún problema. 

Un ejemplo de lo anterior es que agricultores de Tajcuilujlan no han  podido ir a sembrar o recoger la cosecha de maíz o frijol a Cusamaluco.

Mientras que agricultores del cantón Sabana San Juan Arriba no pueden llegar a trabajar a algunos sectores de Tajcuilujlan o Pushtan o Sisimitepet.

Esa situación ha venido a complicar la economía de muchas familias. 

Dejar de trabajar una o dos manzanas impacta gravemente en las economías de los agricultores. La situación se complica más si las tierras son ajenas.

“Al dueño de las tierras no le importa si uno pudo sembrar o no, o si se pudo recoger la cosecha o la tuvo que abandonar. A él lo que le interesa es que  uno le pague el alquiler”, afirmó un agricultor de Tajcuilujlan.

De acuerdo con lugareños, este año se ha conocido casos de agricultores a los que miembros de pandillas les han dicho que no recoja las cosechas.  “Hay quienes que han recibido la orden de las pandillas de dejarles las cosechas sólo porque viven en un lugar donde hay de unos muchachos y trabajan en otro donde son contrarios”, explicó un líder comunal de la zona rural de Nahuizalco.

Así son los pandilleros tras las rejas

Impedir el acceso a sus tierras a los campesinos es una forma de protegerse que tienen las pandillas, principalmente porque la zona se ha convertido en un refugio para pandilleros que llegan de cualquier parte del territorio salvadoreño pero especialmente de municipios vecinos como Izalco y Sonsonate, afirman fuentes policiales.

Vecinos de esos lugares mencionan como ejemplo el caso de los cantones Sabana San Juan Arriba y Sabana San Juan Abajo, dos lugares que se han convertido en bastiones de la MS-13 a tal punto que es común ver en esos lugares a grupos armados.

“Hay cantones en los que habrá únicamente unas 10 o 15 familias que no tienen nada que ver con pandillas”, explicó una persona, refiriéndose al cantón Sabana San Juan Arriba.

De acuerdo con fuentes que conocen bien ese cantón, el grado de involucramiento de la mayoría de lugareños es tal que el padre de uno de los cabecillas conocidos como El Junior es ministro de una iglesia evangélica; la madre de ese pandillero es señalada de ser la encargada de recoger el dinero de las extorsiones.

Las mismas fuentes indican que en los cantones antes mencionados hay por lo menos 100 pandilleros, la mayoría no son originarios, si no que llegan a refugiarse al lugar.