El sector de la construcción cerrará nuevamente con el menor crecimiento de la región, experimentando una contracción de 1.6 % en los últimos 10 años (promedio anual 2005-2015), según revela el Diagnóstico Preliminar de Permisos de Construcción, realizado por el Organismo de Mejora Regulatoria, con el apoyo de la Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción, CASALCO.
El documento indica que la participación del sector construcción salvadoreño en el Producto Interno Bruto (PIB) total es la menor en el área; además de que ha tenido la mayor caída en la participación de la industria.
Y aunque la CASALCO prevé que el sector cierre el 2016 con un crecimiento de apenas el 2.2 %; el documento concluye que en esta última década la construcción ha atravesado un periodo de nulo crecimiento en El Salvador.
Las principales causas del estancamiento de la industria constructora son el bajo crecimiento económico nacional, la menor disponibilidad de crédito bancario, la incertidumbre política y la engorrosa regulación y tramitología en los procesos de construcción.
Tan complicada es la situación del sector y tan riesgosa se ha hecho la actividad que el crédito bancario ha bajado dramáticamente, precisamente porque el sistema financiero no ve que la actividad repunte. Para el caso, el crédito para la construcción de vivienda popular está abandonado, y lo único que sostiene al sector es la obra pública, que ha tendido a menguar, y los grande proyectos de oficinas y centros comerciales.
En términos porcentuales el porcentaje de préstamos (con respecto a la cartera total del sistema) que se dedicaba a la construcción era el 9.2 % en 2002, bajó a 7.7 % en 2005, siguió disminuyendo al 4.2 % en 2012 hasta el 3.5 % con que cerró en el 2015.
Por otro lado, la incertidumbre política y social, y el constante cambio de las reglas de juego, como la conformación de un nuevo Consejo del Salario Mínimo, sin participación del sector privado; o la aprobación de nuevos impuestos deterioró el clima de inversión.
La Sociedad de Comerciantes e Industriales Salvadoreños (SCIS), señaló recientemente que el sector de la construcción es uno de los que más ha sido golpeado por las decisiones del Gobierno, porque se boicotea todo tipo de proyectos, aparte de que la banca los ve como un sector riesgoso y no les otorga crédito para salir adelante.
Bajo crecimiento
La construcción cierra este año con “un leve crecimiento de 2.2 %”, dijo el presidente de CASALCO, Ángel Díaz, quien agregó que si lograran desmontar esa burocracia excesiva en 2017 podrían llegar al 2.5 %. Respecto a la generación de empleos solo se lograron registrar unos 25 mil este año, cuanto hace unos 10 años no bajaban de 35 mil, precisó.
Pero las trabas para el sector construcción no se quedan ahí, sino que también es afectado por la falta de acuerdos fiscales que vive El Salvador, que hace dudar a los inversionistas y les genera gran incertidumbre. Para Díaz es imperativo que la clase política se ponga de acuerdo lo antes posible, ya que la confianza de los inversionistas es vital para el desarrollo del país.