La Navidad es la expresión de la libertad del espíritu

Cada persona que se reputa civilizada debe esforzarse para que la violencia, la intolerancia, los fanatismos y odios, el desdén por el trabajo y las iniciativas ajenas vayan superándose y se releguen al pasado.

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por

2016-12-22 8:23:00

Felices fiestas, feliz Navidad, deseamos a todos en esta conmemoración del Nacimiento del Niño Jesús…

Que el recuerdo de la Sagrada Familia, del Recién Nacido, del pesebre y los pastores, unan a todos los hombres de buena voluntad para hacer de este mundo y de nuestra tierra un remanso de paz.

Jesús liberó al género humano del pecado original, de culpas, taras, maldiciones que supuestamente pesaban sobre los seres inocentes que nacen, lo que condujo a la gran conquista moral del Cristianismo: cada uno de nosotros es responsable de sus actos, de sus errores y sus aciertos, de las bondades que hace y de los perjuicios que cause a otros.

No debe nadie ser perseguido por su raza, sus creencias, por ser parte de un conjunto social. Su responsabilidad se limita a sus actos.
Cada persona que se reputa civilizada debe esforzarse para que la violencia, la intolerancia, los fanatismos y odios, el desdén por el trabajo y las iniciativas ajenas vayan superándose y se releguen al pasado.

Nadie es dueño de la verdad y, por lo mismo, es tarea conjunta encontrar solución a los problemas, retos y anhelos que se encuentren en el camino.

El Salvador es una nación que viene siendo golpeada, desangrada, martirizada, saqueada y sujeta a imposiciones aberrantes desde hace ya muchos años, lo que ha dejado familias sin padres, hijos, hermanos, sin el apoyo de comunidades antes tranquilas pero ahora crispadas por el accionar de delincuentes.

En el último mes, el último año, desde que llegó al poder el efemelenismo e inicia la depredación de bienes públicos y a causa de su incapacidad para revertir la ola de violencia, más y más tragedias se conocen, desde el joven acribillado días antes de graduarse, hasta los desaparecimientos y los asesinatos de policías y soldados.

Gloria a Dios en las alturas y paz a los hombres de buena voluntad…

Cada uno de nosotros debe ayudar a las familias que sufren, a consolarse y recomponer sus vidas en la medida de lo posible. Solidaricémonos con las familias de jóvenes, de trabajadores, de policías y soldados víctimas de la insania.

Una visita, un regalo a un niño, compartir el pan de esa noche, hará mucho para aliviar dolores y heridas profundas.

Las comunidades se debilitaron grandemente después que garrote en mano, el oficialismo abolió el programa EDUCO, una forma de unir maestros, familias, estudiantes y autoridades en esfuerzos comunes, lo que en primera línea incluía cuidarse y protegerse. El programa fue desbaratado sin consultar con nadie fuera de los duros del partido, los que se quieren pensar y decidir por todos nosotros. Y esto apunta a la lucha que debe librarse entre totalitarismo y democracia, entre pensar y actuar de acuerdo a nuestras capacidades y, en cambio, que otros pretendan estar mejor preparados para hacerlo.

La Navidad es el símbolo de esa libertad individual, tanto por lo que Cristo predicó como por el sitial de honor que se da al amor, al milagro de un Dios que vino a la Tierra, a la realidad del mundo, para emanciparnos del pecado, a soltar las amarras del espíritu, a dejar que cada hombre siga sus caminos siempre que no atropelle los pasos de otros, sabiendo que el derecho de uno termina donde inicia el derecho de otro.