Ayer, egresados de las facultades de Medicina de varias universidades privadas, y de la Universidad Nacional de El Salvador, en sus tres sedes, se unieron en una protesta pacífica para impedir la asignación de plazas ad honore de año social.
El proceso estaba programado para las 8:00 de la mañana, en el Laboratorio Central Dr. Max Bloch; pero los estudiantes llegaron desde las 7:00 de la mañana para impedir que las autoridades del Ministerio de Salud (Minsal) asignaran las plazas.
El total de egresados aptos para el servicio social, este año, es de 685, y Salud tiene autorización para asignar 366 plazas remuneradas para Medicina, además de 109 para los Odontólogos, de un total de 180 egresados de esa carrera, dijo Eduardo Espinoza, viceministro de Políticas de Salud.
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Los estudiantes, por su parte, exigen a las autoridades que sea aumentada la cantidad de plazas remuneradas o que todas sean pagadas. Daniel Platero, vocero de los egresados de Medicina, dijo que del total de estudiantes egresados, solo 70 habían solicitado una plaza ad honórem, ayer por la mañana, y que el resto estaba esperanzados plaza remuneradas.
“Cuando fuimos a la Asamblea Legislativa nos dimos cuenta que el presupuesto de la nación para el próximo año ha aumentado, y que el Gobierno ha aumentado 40 mil plazas, de las cuales Salud ha pedido alrededor de 3,500. No cuesta nada aumentar un poco las plazas remuneradas en el servicio social”, opinó el egresado de Medicina.
Platero explicó que los egresados en año social son quienes van a zonas del país donde otros médicos no quieren ir, y que ellos son los responsables de más del 80% de los pacientes, en el primer nivel de atención. Explicó además que una plaza de año social le cuesta al Estado alrededor de $568 mensuales, y que los estudiantes han analizado que Salud necesitaría adjudicar $1.3 millones a su presupuesto, con el que cubrirían el 80% de las plazas para año social remuneradas. El viceministro Espinoza negó que el ministerio de Salud haya aumentado esa cantidad de plazas.
“No tenemos ni una plaza aumentada, lo que tenemos es una absorción de algunas plazas contratadas con los fondos de proyectos, y que el ministerio se obliga a contratar esos recursos permanentes, que el ministerio de Salud necesita”. Angela Elías, jefe de Recursos Humanos del ministerio, dijo que los estudiantes llegaron a interrumpir el proceso, pero que este seguía vigente, y que ayer por la mañana inscribió a 71 estudiantes para plazas ad honore. Por la tarde el registro llegó a cien alumnos.
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“El ministerio de Salud no tiene la disponibilidad de fondos que significaría darles plazas de servicio social a todos los estudiantes, porque además ellos son estudiantes, no son profesionales todavía” dijo Espinoza. El viceministro expuso además que el servicio social es un requisito que exigen las universidades, en cumplimiento a la Ley de Educación Superior, y que es también un requisito que exige el Consejo Superior de Salud Pública para autorizarles que ejerzan su profesión de forma legal, y que no es un requisito del Minsal, ya que ellos solo ponen a disposición los establecimientos para que los egresados realicen el año social.
En cuanto a las declaraciones que dio la decana de Medicina de la Universidad Nacional de El Salvador, Maritza Bonilla, sobre la filtración del examen y su abstinencia a firmar un acta con acuerdos sobre la revisión de pruebas, el viceministro dijo que en el documento firmado por los decanos de las facultades de Medicina, de todas las universidades que imparten la carrera y que llegaron a la reunión, llegaron al acuerdo que no había evidencia de la filtración del examen, y que además recomendaban que a futuro el Minsal formulara y custodiara el examen para año social.
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En esa reunión, también estuvo la directora de Desarrollo de Recursos Humanos. La nota más alta fue de 8.60 y es de un estudiante de la Universidad Nacional de El Salvador. Espinoza dijo que estudiantes que estuvieron en la protesta llegaron por la tarde al Minsal a inscribirse a plazas ad honore. Además explicó que cada universidad tiene las calificaciones y que si el alumno no se presenta perder á el derecho a la plaza.
“Pero ahí en el seno de la comisión sí estuvo de acuerdo, después se negó a firmar, porque nosotros les pedimos que entonces, dijeran que no había necesidad de repetir el examen, entonces ella ya eso no lo quiso firmar, ella reconoció que el examen no se había filtrado”.
La decana de la UES explicó, en declaraciones anteriores, publicadas en El Universitario de la UES, que ella encontró evidencias de la filtración del examen y que por eso no firmó el acta, porque no era justo para sus estudiantes, y solicitaba que se repitiera el examen.
“Entonces nosotros dijimos, bueno, si solo hay 10 preguntas idénticas, eliminemos esas preguntas y califiquemos en base a las preguntas que quedan y con eso todos los estudiantes van a quedar en igualdad de condiciones, y nadie va a tener ventajas sobre otros (…) porque similitudes usted puede encontrar miles” expresó Espinoza. El viceministro agregó que este año el promedio de la nota del examen fue de 6.20, y la nota de la universidad privada que publicó el documento fue menor al promedio.