Falso agente de la DEA también se presentaba como estratega político

El detenido está acusado de presuntamente extorsionar a un alcalde en El Salvador

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Foto Por EDH

Por elsalvador.com

2016-12-21 9:05:00

“El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas del error (Pablo Neruda)”. Esto es lo que piensa o pretende poner en práctica Rafael Alcides Flores.

Lo que no está claro aún es si un error propio (o un mal entendido) lo tiene encerrado en una bartolina policial de El Salvador, acusado de intentar extorsionar al alcalde de La Unión, Ezequiel Milla. 

La mañana del martes 20 de diciembre, agentes encubiertos de la Policía le tendieron una trampa en la colonia San Benito: La víctima le entregaría a Flores y a un segundo acusado, Santos Edgardo Guzmán Ayala , 15 mil dólares a cambio de no divulgar información íntima y comprometedora.


Dos supuestos supuestos extorsionistas que se hacían pasar por agentes de la DEA fueron capturados


Flores se describe a sí mismo como un hombre con muchas virtudes ( algo así como una joya de la corona): Reconocido asesor político de gobiernos de diversas latitudes; organizador de campañas electorales, excelente orador y comunicador, presentador de televisión, candidato a diputado en 2012 por el partido PNL. 

Y continúa su descripción: Reconocido, admirado y respetado, tanto en El Salvador como en Nueva York, donde (según él) preside la Asociación Salvadoreña Americana. 

La trama

Flores y Guzmán Ayala se hacían pasar como agentes de la Drug Eforcement Administración (DEA), la gran agencia estadounidense que combate el narcotráfico en todos los confines del mundo.

Con los trajes puestos y las placas en mano (que les daban “la potestad de la autoridad”), contactaron al alcalde Milla y le hicieron saber que algo grave ocurría con él.

“Los representantes de la ley y el orden” tenían información sensible que comprometía al edil, y estaba al borde del bochorno y hasta de la cárcel. 

Por eso, Flores y Guzmán le ofrecieron un trato al alcalde: A cambio de miles de dólares, ellos se encargarían de contactar a otros colegas locales y borrar el expediente. Sus perfiles y poder les permitían esas concesiones.

Así, las conversaciones y el trato prosiguieron a través de WhatsApp hasta que llegaron a un acuerdo: 15 mil dólares, los que serían entregados en las cercanías de la Zona Rosa, en San Salvador.

Entregado el dinero, investigadores de verdad rodearon a los supuestos agentes antidrogas y les decomisaron el dinero, teléfonos celulares  y las placas de la DEA “made in USA”.

Esta es la versión oficial de los acusadores, quienes – incluso – vinculan a Flores con un ex agente auténtico de la DEA, Danny Dalton, mencionado y relacionado últimamente en El Salvador a varios casos polémicos.


Esta es la falsa placa de la DEA que usaba Flores


A la hora de ser presentado ante los periodistas, Flores no agachó la cabeza, si no que – casi sonriente – volvió a ver a todos los presentes, transmitiendo serenidad y autenticidad, como todo buen comunicador.

“Se trata de un mal entendido, sólo le pedí (al alcalde Milla) un patrocinio para una actividad en Nueva York”, expresó en su defensa Flores, quien – por cierto –  también se desempeñó en 2012 como vicepresidente de la Iglesia Centro Internacional de Avivamiento Maranatha, con sede en la ciudad de Cojutepeque, en el central departamento de Cuscatlán, tal como consta en documentos disponibles en internet.