Desde junio de este año más de 250 familias que habitan en la colonia Santa Gertrudis, cantón Cutumay Camones, carretera a Metapán, han solicitado ayuda para que se les repare una de sus bóvedas, ya que esta, de a poco y con los inviernos, ha venido desplomándose, a tal grado que la calle que pasa encima ha comenzado a derrumbarse, ya que es de tierra.
El problema es grave para los residentes de la zona, puesto que la calle afectada es la única artería que conecta con las demás colonias aledañas a la Santa Gertrudis.
Víctor Amaya, habitante de la colonia Santa Gertrudis, comentó que llevan dos inviernos seguidos pidiendo ayuda para que la arteria sea reparada, sin embargos, sus peticiones no han sido escuchadas por las autoridades municipales de Santa Ana.
“Preocupante la situación que vivimos, ya que en cada invierno la calle se pone fea y pasar por acá en la noches es horrible, uno siente que hasta se va caer, a eso hay que sumarle las vibraciones que los autos y microbuses provocan al pasar por la calle en mal estado, eso ha hecho que se desborone más la calle”, señaló Amaya.
Ante los problemas en la artería y la bóveda, los habitantes han solicitado en reiteradas ocasiones la ayuda a la comuna santaneca, sin embargo, estos no han tomado medidas sobre la problemática.
Gestionan fondos
Por su parte, el jefe de desarrollo comunal de la alcaldía de Santa Ana, Hugo Rivera, explicó que han estado pendientes y buscando una solución al problema.
“Queremos ayudar, pero ahorita se están gestionando fondos para hacer otra bóveda, pero aun estamos esperando el aval para poder ejecutar la construcción de esa otra bóveda”, dijo Rivera.
El problema no solo ha afectado a los pobladores de la zona, ya que los microbuses y buses de la ruta dos del transporte colectivo, que hace su recorrido de dicha colonia hasta un centro comercial de la ciudad, se han visto en la necesidad de ingresar nuevamente por la calle donde está la bóveda arruinada, debido a que si no lo hacían afectaban en gran parte a las personas residentes en el sector, por problemas que a ellos nos les compete solventar.
José Mejía, motorista, dijo que ellos cuando pasan con las unidades de transporte tratan de pasar despacio, ya que por el temor de seguir arruinando la arteria, “nosotros, porque sabes que la gente les toca caminar varios metros para agarrar otro bus, por eso nos arriesgamos a entrar, pero sí en un momento a otro esta bóveda se va desplomar y Dios no lo quiera que hasta un accidente pueda ocurrir”.
Los habitantes piden que se les solucione el problema, ya que de no repararles la bóveda antes del próximo invierno, la calle colapsará en su totalidad y será mayor el trabajo que tendrán que hacer las autoridades para volverla a dejar transitable.