Nelson Bonilla: “Los futbolistas no somos vagos como se piensa en El Salvador”

El delantero salvadoreño cerrará un 2016 gratificante. Milita en el Nacional de Portugal y empieza a ganar espacio, como lo hizo en Rumania y Azerbaiyán. 

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Por Raúl Recinos

2016-12-29 1:53:00

Nelson Bonilla es, en la actualidad, el futbolista salvadoreño que se posiciona en una de las ligas más importantes de Europa. Milita en el Nacional de la Primera División de Portugal, gracias a su trabajo previo en Rumania, Azerbaiyán y con la Selección Nacional.

 El  cuscatleco hace una evaluación de este 2016 que casi termina. Evita hablar de la Selecta porque no estará disponible para el próximo torneo (Copa UNCAF): “Es un tema desgastante y la gente ataca a los jugadores como que uno tuviera la culpa. Dejemos de lado ese tema”, pidió el delantero, quien también siguió de cerca el trabajo de Alianza en el torneo Apertura.

¿Cuál es tu análisis de tu trabajo hecho en 2016 en el Zira de Azerbaiyán y en la actualidad con el Nacional luso?

Fue un año muy bueno, ha sido uno de los mejores, si no el mejor de mi carrera hasta el día de hoy, tanto por los goles que hice y por las opciones a gol que tuve. He marcado en el año 18 goles, incluyendo los 12 que hice con el Zira, los tres con la Selección Nacional y los que llevo acá, eso en un año natural, y eso me abrió las puertas para estar en una liga importante.


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No he tenido los minutos que yo esperaba, pero es algo normal porque es un período de adaptación. Sé que esto se puede revertir y saldremos adelante.

Con el Zira fueron varios goles entre 2015 y 2016, nada mal para ser su segundo equipo en Europa…

Gracias a Dios tuve mucha oportunidad, tuve un técnico que confió en mí. Ese paso por Azerbaiyán me abrió las puertas para estar donde estoy. Muy agradecido con la gente allá porque me recuerdan con un gran cariño y siempre tengo las puertas abiertas en Azerbaiyán y Rumania, si alguna vez se da la oportunidad de regresar.

¿Cuáles son las mayores diferencias que encontró en Portugal, con respecto a lo que vivió en Azerbaiyán?

Este club (Nacional) es uno de los más antiguos de Portugal, acaba de cumplir 106 años de fundación. Lo que más ha cambiado es la intensidad de juego. Lo que se caracteriza en Europa es eso, la intensidad, son uno o dos toques, es mucho más fuerte que en Azerbaiyán.


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Las diferencias son cortas porque en Azerbaiyán hay equipos que juegan Europa League y previa de Champions League. A veces se hace difícil para un jugador que no viene acostumbrado, pero gracias a Dios me adapté bien. Acá (Portugal) me ha costado un poco, pero en lo que va de la temporada me voy a terminar de adaptar y ayudamos al equipo a salir de la zona de donde estamos. Lo importante es poner en alto el nombre de mi país y considero que lo he puesto en estos años que he estado afuera. 

¿Cuáles son las mayores diferencias entre el fútbol europeo y el salvadoreño?

Realmente son más profesionales en todo aspecto, en instalaciones, en trato al jugador, en muchas cosas. Aquí en Portugal es imposible que se tarden para pagar, y si se tardan se paran las ligas. En el estadio que estoy tengo mi propio campo para entrenar, el club no tiene que andar alquilando canchas, tengo mi propio sauna, hidroterapia, tres masajistas que te hacen las cosas más fáciles.

En el estadio tengo para hacer terapia, cosas que en El Salvador ningún equipo tiene. Son muchas cosas por mejorar, pero sobre todo el trato al jugador es muy serio, no se le trata como un vago, el jugador se da a respetar, sabe que es un profesional y que debe hacer bien las cosas.

Son cosas que no las entendemos allá y cuando salís te das cuenta que la realidad es otra. Pero con los pocos recursos que tenemos podemos mejorar, con buenas administraciones también.

¿Pasa, entonces, por cambiar la mentalidad del jugador nuestro?

La verdad que sí, esa es la realidad. Cambiar la mentalidad del futbolista. Comprar sus propias vitaminas, sus propios suplementos alimenticios, que por ahí te lo dicen, pero uno dice que cómo te va a ayudar eso, que no se qué. Pero cuando miras que los jugadores lo hacen, todos los jugadores aquí en Europa se cuidan, a los jugadores les dicen que tienen que estar a las 3:00 p.m. y ellos están a la 1:00 p.m.

También hay que cambiar la mentalidad del dirigente, que no solo es para adentro, también hay que invertir. Si no invertís, en ningún trabajo o en una empresa te va funcionar. Son muchas cosas las que se tienen que cambiar y no lo quieren hacer. 

¿Por dónde hay que empezar a hacer los cambios?

Debe ser en conjunto, porque parte de la culpa la tenemos nosotros por aguantar todo lo que ellos hacen y parte de la culpa la tienen ellos por hacer lo que hacen. Es algo redundante, pero ves equipos que no les pagan, equipos que alquilan canchas, ver jugadores que se cambian abajo de un palo, y eso es porque uno lo permite, uno dice: ‘está bien, no hay recursos’.

No, los jugadores son profesionales y deben darse a respetar, no somos  vagos, como la gente piensa en El Salvador, es la realidad y no lo podemos esconder.

Pocos minutos de juego y pocos goles en el Nacional, ¿cuál es el balance que hace de estos meses en Portugal?

Han sido pocos minutos, son tres goles porque el gol contra el Maritimo siento que es mío, llevo una asistencia. No han sido los minutos que yo esperaba, pero son cosas que pasan, hay que aceptarlas. Cuando te toca jugar o no, hay que aceptarlo y hay que trabajar. Creo en mí, creo que puedo hacer bien las cosas en esta liga. 

¿Qué es lo que más le gusta hacer en Madeira cuando tiene tiempo libre?

Me gusta pasar en casa, compré un perrito, un bulldog francés, paso viendo películas, jugando la FIFA, jugando otros vídeojuegos. Trato de conocer, me gusta comer platos típicos de la ciudad en la que vivo, me gusta conocer restaurantes. Estoy esperando que venga mi novia y las cosas van a ser más fáciles. Me gustan cosas sencillas, en Nacional tengo un par de compañeros que hablan el mismo idioma, vamos por un café y conversamos.

¿Su sueño representando al país en Europa, cuál es?

Quiero tratar de salir de esta situación con Nacional, tratar de sobresalir, hacer las cosas bien. Esperemos, porque al final no hablan de Nelson, hablan de mi país, yo estoy orgulloso de mi país y nunca lo oculté.

Me multaron porque saqué una camisa por estar orgullo de la independencia de mi país, no me arrepiento y lo volvería a hacer. Para mí es un orgullo que hablen bien de mi país, es un placer poderlo hacer. 

¿Mantiene su postura de que su sueño es retirarse en Alianza?

Sí, yo quiero volver a jugar con el equipo, quiero ser campeón, quiero jugar Concachampions con Alianza. Pero si al final no se da por ciertas cosas… por ejemplo, todos saben que yo no me llevo con la dirigencia actual, no tengo comunicación con ellos y no pienso tenerla tampoco por todo lo que pasó.

Pero lo dije una vez, si Alianza está en un problema como pasó en 2009, que se peleó un repechaje, yo voy a estar en disposición, dejo todas mis diferencias que tengo con la actual directiva. En Alianza yo juego por amor, por algo que se me inculcó desde pequeño. Primero Dios  un día pueda regresar para poder darle alegría a esa afición, que es la mejor de El Salvador.

Después de una publicación en Twitter donde daba a entender que no se sentía bien en Nacional,  mucha gente le pedía que volviera al equipo…

Cuando uno pasa situaciones difíciles, uno piensa en regresar a los lugares donde es querido, donde uno se siente cómodo. Tengo tres años de estar fuera y es un poco difícil estar solo, sin la familia, sin los amigos, ¡sin las pupusas! Es la realidad, es difícil. A veces la desesperación te gana, pero ya con la mente fría pienso que me hace falta seguir en el fútbol europeo.

Siempre he pensando en regresar a los 30 o 31 años porque puedo terminar bien, sin ser una carga para el equipo y ser campeón. Tengo esa espinita con el equipo, con la afición que creía en mí y espero sacármela.

En pocas palabras, ¿cuál es la autoevaluación que hace de este 2016?

Me pongo un 8, porque es el segundo año consecutivo que soy el goleador de la selección. Por ahí  soy el legionario que tiene más goles también. No me pongo el 10 porque no he jugado lo que he querido aquí en Nacional, pero las cosas se pueden revertir.