Yeshua

Los miembros de la Sagrada Familia se han convertido en un verdadero modelo y un auténtico paradigma de crecimiento en la fe de todas las familias cristianas.

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Foto Por Insy Mendoza

Por Mario Aguilar Joya*

2016-12-29 4:42:00

Es cada vez más aceptado el hecho de que la fiesta que conocemos como la “Natividad del Señor” o sencillamente “La Navidad” fue establecida mucho tiempo después del nacimiento de Jesús para hacerlo concordar con la fiesta romana del Sol Naciente, fecha que era celebrada cada día 25 de diciembre, tres días después del cálculo del solsticio de invierno.  Es precisamente en esa fecha que la tradición, celebra el nacimiento de “Yoshua” o “Yeshua”, que probablemente en la época de Jesús se pronunciaba Jeshúa, Joshua o bien “Yêshu”, que sería su forma de pronunciación en Galilea; todas son variantes del mismo nombre y su significado es “Dios Salva”.  Posteriormente, ese nombre se convirtió en Jesús en la traducción al latín de la forma griega  “Iesous”, que es la manera en que fue transcrito en la llamada Biblia Septuaginta (texto usado por los judíos que vivían fuera de la tierra prometida y ya no hablaban hebreo) alrededor del año 200 antes de la era cristiana y luego fue confirmado en la traducción del Nuevo Testamento del Griego Koiné al latín que se realizó alrededor del año 100 después de Cristo. 

Sobre la familia de Jesús se afirma que era, sin duda, un ejemplo de religiosidad y de cumplimiento de los mandatos y leyes de la tradición judía, tal como lo indica el Evangelio de Lucas al enfatizar en su circuncisión al octavo día de nacimiento y su presentación al templo al terminar los 40 días necesarios para la purificación después del parto. Además se trataba de una familia pobre debido a la ofrenda que presentaron: “un par de tórtolas” como se nos manifiesta en el capítulo dos del Evangelio de San Lucas.

La importancia actual de los dos primeros capítulos de los Evangelios de Lucas y Mateo es que en estos se especifica en forma detallada la información concerniente al periodo inicial de la vida de Jesús, y por esa razón han sido llamados “Evangelios de la Infancia de Jesús” y se han convertido en la base para la realización de múltiples obras de arte que presentan tanto la Anunciación como el nacimiento de Jesús a lo largo de la historia del cristianismo.

Finalmente y tal como lo menciona el Teólogo Santiago Guijarro Oporto, de la Universidad Pontificia de Salamanca, solamente en “el Evangelio de Lucas notamos (que) el  vocabulario de la alegría es mucho más rico que en ninguna otra parte de los Evangelios:  Alégrate, llena de gracia el saludo del ángel a María… En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, ‘la criatura saltó de alegría en mi vientre’ le dice Isabel a María… Hoy os anuncio una gran alegría, el anuncio del nacimiento de Jesús a los pastores”.

Ya sea que los reconozcamos con sus nombres judíos de Yeshua, Yosef y Miriam o por  la traducción al latín y posteriormente a la forma vernácula del español con los nombres de Jesús, José y María.  Los miembros de la Sagrada Familia se han convertido, más allá de la influencia en el campo teológico o espiritual,  en un verdadero modelo y un auténtico paradigma de crecimiento en la fe de todas las familias cristianas. Desarrollemos en esta Navidad el verdadero sentido de alegría que proporciona el nacimiento del Dios Niño y compartamos las bendiciones en la celebración de estas festividades.
 

*Médico y colaborador de El Diario de Hoy