La burocracia en las oficinas de Migración y las restricciones para utilizar el puente provisional en la frontera Las Chinamas están generando filas de hasta un kilómetro y medio, esperando cruzar hacia Guatemala o El Salvador.
A ello se suma la falta de personal, por el feriado de fin de año, de parte de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) para atender la alta demanda de viajeros, que tienen que esperar hasta dos horas para realizar sus trámites.
A pesar de que en julio del 2013 los gobiernos de Guatemala y El Salvador implementaron el paso ágil en la frontera de Las Chinamas, con el transcurso del tiempo y la excesiva burocracia, los trámites y el registro de los viajeros se han vuelto a poner lentos.
Ahora se suma el hecho de que la estrechez del puente provisional, construido por el Ministerio de Obras Públicas (MOP) para agilizar el paso por dicha frontera, mientras Guatemala repara el del Jobo, complica más la fluidez del tráfico vehicular.
Especialmente durante la temporada de fin de año, el puente provisional no ha dado abasto al tránsito de vehículos, sobre todo de turistas que viajan de Guatemala a El Salvador en esta época.
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El área de rodadura no alcanza los tres metros por lo que solo un vehículo puede atravesarlo a la vez.
Cuando la estructura provisional fue habilitada, a finales de noviembre, las autoridades señalaron que serían 15 minutos para cada sentido.
Sin embargo, para “agilizar” el tráfico durante esta temporada, han dispuesto que sean 50 vehículos los que circulen en cada sentido, lo que ha aumentado el tiempo de espera para pasar de un país al otro entre 30 o 35 minutos.
Falta de previsión
Los conductores tienen que circular a menos de 20 kilómetros por hora, porque deben tener precaución de no golpear a las personas que cruzan el puente a pie.
Los peatones pueden pasar en cualquier momento sobre el puente, que no cuenta con un paso peatonal, como lo tiene el puente El Jobo.
La única recomendación que dan las autoridades a los transeúntes es que tengan cuidado con los carros, que pasen a la orilla, explicó una mujer que el miércoles viajó a Guatemala para aprovechar las ofertas del “mercadito” que se instala en dicho país.
“Los trabajos en El Jobo debieron hacerlos en tiempos donde la afluencia de personas no aumenta como en estos tiempos; creo que faltó coordinación”, señaló Alejandro González, quien viajaba hacia Guatemala por negocios.
Dichas obras iniciaron el 31 de octubre, fecha que Guatemala cerró el paso vehicular por el puente El Jobo para sustituir las dovelas que lo soportan.
Algunas personas coincidieron en señalar que en la antigua infraestructura nunca hubo tanta tardanza para cruzar la frontera, a pesar de las restricciones que tenía desde finales de 2013 en que se dañó. En ese entonces, dos losas se quebraron cuando un camión cargado intentó cruzar.
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La empresa contratada por el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda de Guatemala aún se encuentra trabajando en la reconstrucción.
Le clocarán 56 estructuras de estas para sustituir las 96, que son más pequeñas que las nuevas.
Sin embargo, sus dos áreas peatonales, una en cada costado, serán el doble del ancho del actual.
Los trabajos está previsto que terminen el próximo mes.
El Diario de Hoy intentó conocer detalles de las obras que realiza Guatemala, pero no fue posible localizar al responsable de la empresa que los ejecuta, debido al feriado de fin de año.