Marcelo Acosta: “Lo de Río era lo que había soñado y más”

El nadador salvadoreño tuvo un año positivo. Su punto más alto se dio al participar en Río. Logró bajar marcas y sobresalir en Latinoamérica. Ahora planifica los Centroamericanos, en Nicaragua 2017

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El nadador ya piensa en los Juegos C.A. de 2017, donde inicia su nuevo ciclo olímpico. 

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Por Varinia Escalante

2016-12-23 7:53:00

El 2016 quedará marcado como un año positivo para Marcelo Acosta. Los Juegos Olímpicos de Río son un punto alto para su carrera, sobre todo por la mejora de su marca en los 400 metros libres, batir récord nacional y ser el mejor latinoamericano. El nadador considera que ha crecido, pero que le falta más por dar. Ya piensa en los Juegos C.A. de 2017, donde inicia su nuevo ciclo olímpico. 

Vive en Kentucky, EE.UU., y cuenta que estudia Administración de Deportes, en la Universidad de Louisville: “He estado en semana de finales, solo queda estudiar, entrenar. Me estoy preparando para las Nacionales de EE.UU. Son las competencias de las Universidades, que son bastante duras. Y viajamos a Florida, para seguir entrenando con todo el equipo”.

¿Contáme de las Nacionales?

Las competencias Nacionales de la Universidad son de División 1. Comienzan en marzo, hasta ahorita tengo el segundo mejor tiempo en mi categoría en los 1,500 metros libres en toda la nación. Soy el mejor segundo.

De 2016, ¿qué resumen hacés?

Lo valoro bastante bien. Si lo dejo en una palabra sería aprendizaje. Tomé este año como aprendizaje, lecciones, clases. Aprender de mí mismo, mis errores, me conocí mejor y pude manejar mejor la presión. Aprendí de los demás, y de lo que me hace falta.

¿Considerás entonces que crecíste?

Un año bastante productivo, de mucho aprendizaje. Para ser sincero, maduré un poco más. Fue de satisfacción.

De competencias, ¿qué te dejó el año?

Logré clasificar a las Olimpiadas con la marca “A”, fui el primero en la historia nacional. Eso me dejó bastante satisfecho, porque el día previo a eso fue el peor de mi vida, quería clasificar en el 400 libres, pero no lo logré. Eso me puso deprimido, no pude dormir, pero el siguiente día gracias a Dios sí se pudo.

¿Qué decís del resto de eventos a los que lograste asistir?

Con mi equipo Azura Florida Aquatics, fuimos a un campamento de entrenamiento en Barcelona, y participamos en el Circuito Mare Nostrum, donde gané el segundo (lugar) en el 1,500. Una semana después, fuimos a Roma, Italia, para el Trofeo de las Siete Colinas (Trofeo Sette Colli). Me fue bastante bien: gané dos terceros lugares, que significaron bastante para mí. Competí contra el mejor del mundo, Gregorio Paltrinieri, de Italia. Estuve cerca de mis mejores tiempos, pero no buscaba hacerlos, solo queríamos participar, hacer fogueo, para mantener el ritmo y saber cómo competir.

Lo siguiente, fueron los Olímpicos

De las Olimpiadas, buenísimo. No me esperaba nada de lo que pasó. En los 400 libres, prácticamente, fue la mejor prueba. Sentimentalmente, porque tenía dos años sin mejorar ese tiempo, y en las Olimpiadas lo logré y por bastante. Me salté el 3:50, el 3:49, hasta que me fui directo al 3:48. Súper contento. En el 1,500, con 15:08, buenísimo también, aunque me esperaba un poquito más, pero di lo que pude. Terminé satisfecho con mi esfuerzo.

¿Cómo viviste tus días de Río?

El primer día, en el 400 (libres), estaba un poquito nervioso, porque tenía dos años de no bajar mi tiempo. Y más porque cuando entré a la piscina, y estaba a punto de nadar, todos estaban locos por apoyar al local, Luiz Altamir, y había una gran bulla, un gran eco en el estadio. Así que me puse nervioso, pero al mismo tiempo me dio adrenalina, emoción. No pensaba si lo iba a bajar o no, solo en que le iba a dar duro, duro, hasta que ya no tuviera nada. Yo diría que la experiencia en Río fue bastante bonita. En el cuarto de atletas, es intenso porque todos pelean por el mismo objetivo, todos quieren lo que tú quieres, y como son las Olimpiadas no son tipos que se rinden, pelean hasta que ya no tienen nada. Sentí que el principio fue intimidante, pero después alegre, emocionante, atractivo, una gran adrenalina. Era todo lo que había soñado, y más todavía.

¿Te hubiese gustado ser abanderado?

Sí, me hubiera gustado. Pero siendo sincero, no esperaba ganar, quería, pero no lo esperaba. A mí me dieron el honor en los Panamericanos, pero 2015 no fue un buen año. Bajé mis tiempos, pero no fue lo quería. Para los Panamericanos, me lo gané con la medalla de los Juegos Olímpicos de la Juventud, pero para los Olímpicos no. No sentí ese derecho, ese privilegio.

¿Hubo algo que marcó tu natación?

El entrenamiento fue un poco más difícil, intenso. Pero no fue gran cambio. El cambio fue la mentalidad, saber cómo controlar mi mente. En 2016, la diferencia fue la mentalidad, el estar concentrado en una sola cosa y hacer una sola cosa, el querer hacer las cosas bien, con ganas, con huevos. Fue la mente la que cambió.

¿Todavía te pesa la medalla de plata de los Olímpicos de Nanjing 2014?

Sí. Para mi persona, sí, un poco todavía. Pero eso ya pasó, yo ya no quiero estar en que solo fue la medalla de los Juegos Olímpicos de la Juventud, ya cerramos ese libro. ¿Qué es lo siguiente? C.A., C.A. y del Caribe, Panamericanos, Olímpicos, y otra vez el ciclo olímpico. Hasta cierto punto, sí me pesa todavía. Me siento orgulloso de haberla ganado, pero ya no tiene tanto valor como antes. Ahora, ya he mejorado mis marcas, me he superado. Ya cerré ese libro, con honor y con satisfacción, pero viene Tokio 2020. Tiene su valor, pero viene algo más grande.

¿Cuáles son tus nuevos retos?

Las competencias de la Universidad de División 1, y mi objetivo es ser campeón nacional en los EE.UU., en las 1,600 yardas. Son los 1,500 en piscina larga, pero en piscina corta son 25 yardas. Estoy entrenando para ser campeón, en marzo. Y concentrarme, después, en el Campeonato Mundial en Piscina Larga, en Budapest, Hungría.

Para los Juegos C.A., ¿qué esperás?

Es uno de los tres eventos importantes. Voy a ganar lo más que pueda, ojalá pueda repetir las mismas medallas que ganó Pamela Benítez, hace un par de años: las ocho de oro. Tanto Pamela como yo, somos fondistas. Voy a tratar de hacer las mismas pruebas y ganar la misma cantidad de oros, y ojalá más.

¿Estaría en mente igualar o superar las marcas que hiciste en Río?

Superarlas, no estoy muy seguro, porque no creo que descanse. Siendo sincero, mis pruebas las voy a dominar, y lo voy a tomar casi como un entrenamiento. Nadar varias pruebas en un par de días, que es bastante cansado. Llegar lo más cerca posible a mis mejores tiempos, aunque no creo que vaya a hacer mis mejores marcas. Tal vez pueda mejorar mis marcas en otras pruebas como 200 mariposa, 200 combinado, 400 libres, que son las que normalmente no nado. Y ojalá, si es posible, imponer nuevos récords.

¿Hay en mente alguna base de entrenamiento o campamento para 2017?

Estamos pensando en eso. El equipo italiano que ganó la medalla de oro en las Olimpiadas, en los 1,500 libres, se iría a entrenar a Alabama. Es un campamento de entrenamiento en el verano de EE.UU., y estamos pensando en poder entrar con ellos a entrenar, ojalá se pueda. Y si no sale, me quedo en Louisville, entrenando.