Según la publicación, la industria del terror cada vez crece más en Estados Unidos, ya que actualmente hay unas 2,000 casas embrujadas y unos 300 parques de diversiones en todo el país, en los que la gente paga por vivir el miedo.
Parece un poco risible, pero es así, además se genera una buena cantidad de empleos, en los que te pagan de entrada unos $10.88 la hora y los requisitos para que puedas aplicar son, entre ellos, saber manejar una motosierra, andar en zancos, habilidad con las marionetas, y la disciplina acrobática urbana conocida como ‘parkour’. etc.
Solo “la casa embrujada Terror Behind the Walls en Filadelfia, donde los actores hacen de monstruos que se apoderan de una prisión abandonada y donde los zombis luchan contra un agentes del SWAT, emplea a 300 personas durante la temporada de Halloween, de acuerdo con la directora creativa y de recursos humanos Amy Hollaman”.
El promedio que cuestan los boletos para poder entrar a una casa embrujada o parque misterioso anda entre los $20 y $45.
“En su atracción Haunted Hayride en Randall’s Island en Nueva York, las personas pagan $37 para subirse a un remolque de heno tirado por un tractor mientras los asedian payasos maníacos y adoradores del diablo. Carbone emplea a 350 personas”.
Recorridfos del terror, un negocio
Melissa Carbone, fundadora y CEO de Ten Thirty One Productions, opera recorridos del terror y otros eventos interactivos más extremos es ex ejecutiva de Clear Channel, comenzó su negocio en Los Ángeles en 2009 y se ha expandido.
En 2013, Carbone “convenció a Mark Cuban, de ‘Shark Tank’, para que la financiara con una inversión de 2 millones de dólares. “Es mi pasión, me encanta el horror, me encanta crear estos mundos inmersivos”, dice.
Su compañía, Ten Thirty One, monta eventos en California durante todo el año, incluyendo el Ghost Ship, un crucero embrujado interactivo, y el Great Horror Campout, un campamento del horror no apto para cardiacos, donde los amantes del terror están dispuestos a pagar hasta $119 dólares para ser atormentados.
La frase de seguridad es ‘Quiero a mi mamá’.