La Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), a través de su programa de Fortalecimiento de Acción Social (Fortas), ejecutó, entre 2015 y 2016, tres proyectos de agua potable con lo cual benefició a dos mil 580 personas en diferentes comunidades del país, en el marco del eje de garantía a las necesidades humanas.
También trabajó en la mejora de aulas en cinco centros escolares, beneficiando así a 5 mil 375 alumnos y docentes. Asimismo, el programa ha impulsado la construcción de calles y caminos vecinales en diferentes comunidades con lo cual se apoyó a un total de dos mil 205 personas.
En el municipio de Concepción Batres, departamento de Usulután, 2 mil 490 personas fueron beneficiadas con mejora en centros de salud comunitaria.
Fortas fomenta el desarrollo sostenible en varias comunidades del área rural mediante tres ejes de trabajo: el apoyo de las necesidades sociales, la generación de ingreso de las familias y el desarrollo humano.
“El propósito con las comunidades es que sean sostenibles, guiarlas en el camino para que ellos mismo busquen su autodesarrollo. Queremos desarrollar sus capacidades porque sabemos que son capaces”, dijo César Méndez, director del programa.
Fortas tiene 28 años de estar funcionando en territorio salvadoreño y durante ese tiempo ha trabajado en 121 municipios. En los últimos diez años ha brindado asistencia a más de 300 comunidades y beneficiado a 422 mil personas a través de 717 obras de desarrollo con una inversión de 35 mil dólares.
Según Méndez, el programa está enfocado principalmente en el fomento de la agricultura sostenible, puesto que a través de esto se garantiza el incremento de ingresos para las familias y, por ende, la reducción de la pobreza.
“Buscamos que ellos generen ingresos familiares a través de la agricultura. Los capacitamos, desarrollamos sus habilidades y apoyamos con equipos para que dejen de tener una agricultura de subsistencia y la trasformen en una agricultura sostenible así mejoran el rendimiento de sus cultivos y sus ingresos”, aseguró Méndez.
Según el director del programa, se pretende promover el cambio de mentalidad de las personas para que a través del desarrollo de las capacidades personales las comunidades, y sus habitantes, sean agentes de su propio cambio. “Dios no ayuda al haragán, por eso queremos construir capacidades para construir un desarrollo sostenible en el tiempo”, apuntó.
La novedad
Este año en el acto de rendición de cuentas de Fortas, por primer año, se entregará el premio Ad Vitam, que tiene por objetivo reconocer a personas o instituciones que han trabajado por mejorar la calidad de vida de las personas a través de proyectos de desarrollo sostenible.
En esta primera edición se galardonará al padre Flavián Mucci por su larga trayectoria en la ejecución de programas sostenibles y la colaboración con las personas.
“El reconocimiento se le entrega por el ejemplo que él ha dado como ser humano”, concluyó el director del programa de Fortalecimiento de Acción Social.