El año escolar termina oficialmente el próximo 11 de noviembre y los directores de algunos bachilleratos públicos aún esperan que el Ministerio de Educación (Mined) les termine de desembolsar el presupuesto escolar anual. El problema se vuelve a marcar por segundo año consecutivo, en los centros de enseñanza de Educación Media.
En esa situación están el Instituto Nacional Técnico Industrial (INTI), el Instituto Nacional de la Colonia Santa Lucía, en Ilopango, y el Instituto Nacional de Apopa, todos del departamento de San Salvador.
También, el Complejo Educativo Walter Soundy, de Santa Tecla, La Libertad pasa por el mismo problema. Se trata de centros educativos que se caracterizan en su mayoría por atender modalidades de bachillerato técnico vocacional y con poblaciones superiores a los mil alumnos.
Óscar Melara, director del INTI afirmó que hasta septiembre solo les habían depositado el 40 % del dinero que les corresponde anualmente, con lo cual lograron cubrir algunas de las deudas acumuladas, pero ante la falta del 60 % restante, que equivale a unos $45 mil dólares, están en déficit para solventar otras necesidades y prepararse para comprar recursos que les permitan afrontar los primeros tres meses de 2017.
Melara precisa que en el marco de este atraso de asignación de dinero, este año se ha quedado pendiente la compra de materiales para los talleres, dar mantenimiento a las computadoras, la reparación de equipos (tornos), compra de aparatos para las prácticas (voltímetros, amperímetros, generadores de señal, osciloscopios, aparatos de soldadura eléctrica, cautines, entre otros).
Tampoco lograron dar mantenimiento al mobiliario escolar y a las instalaciones, que por su antigüedad requieren más atención.
El director del INTI, una institución que cierra año con 1,340 alumnos, señaló que no se pudo con todas las expectativas que tenían en cuanto la calidad de enseñanza que brindan.
“Hoy (la situación) es más crítica, porque el año pasado por lo menos a esta fecha ya teníamos todos los recibos (de los depósitos que les hacen) firmados, y aunque nos depositaron en diciembre pues ya eso nos permitió comprar materiales para iniciar este año”, explicó.
Pedro Rodríguez, director del Instituto Nacional de Apopa, refirió que han recibido el 50 % del presupuesto de funcionamiento y están a la espera del otro porcentaje que ronda los $30,500, aunque guardan la esperanza de que se los entregarán porque hace unos 20 días firmaron los recibos correspondientes.
Al igual que su colega del INTI, Rodríguez expuso que lo que les entregaron sirvió para saldar deudas con proveedores, pero como se terminó volvieron a “fiar”, así que ya tienen nuevas cuentas pendientes de cancelar. A eso suma que deben comprar material didáctico que les servirá para iniciar el próximo año escolar.
“En mobiliario hay que arreglar por lo menos 150 pupitres porque en el transcurso del año se deterioran y no les hemos podido meter mano. En infraestructura vamos a arreglar todas las pizarras que ya se les arruinó la formica, las instalaciones eléctricas y los baños”, agregó el director.
Rodríguez expuso que el miércoles consultaron en el Ministerio de Educación cuándo les depositarán, pero les dijeron que todavía no hay una fecha definida.
El Instituto de Apopa cubrió este año 1,600 alumnos, incluyendo 200 que son de la modalidad a distancia y nocturna.
“La atención ideal no se puede llevar a cabo por falta de recursos, porque llegan muy tarde. Si llegaran a tiempo se hicieran a tiempo las cosas. Entonces vamos atrasando una serie de actividades, por ejemplo lo de los pupitres y pizarras, que impactan en los aprendizajes”, detalló el educador, cuya institución de por sí ya enfrenta una serie de limitantes de infraestructura.
En el Instituto Nacional de la Colonia Santa Lucía, el director, Jorge Sevillano, dijo que en el caso de ese centro le adeudan todavía $30,000 en concepto de presupuesto de funcionamiento.
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Sevillano detalló que debido a ello no han podido invertir en la compra de materiales y herramientas que requieren para que los alumnos trabajen en los talleres de electrotecnia, automotores, asistencia contable, electrónica, también para salud y asistencia administrativa.
Entre las necesidades pendientes de solventar en esta institución están dar mantenimiento a los equipos e instalaciones donde operan, así como el pago de Internet, teléfono y los salarios de algún personal como secretarias, bodeguero y ordenanzas.
En el caso del Complejo Educativo Walter Soundy, en donde cubren a 1,400 alumnos, reportan que aún les adeudan cerca de $8,000 de funcionamiento.
Paz Zetino Gutiérrez, subdirector de esa institución, dijo que a raíz de eso han quedado pendientes de concretar algunos proyectos de infraestructura que tenían programados, como es el cambio de piso en varios pasillos, porque ya está deteriorado.
El docente, quien también es secretario general de la gremial Bases Magisteriales, manifestó que en los últimos años el gobierno se ha acostumbrado a entregar los fondos en noviembre, pero hoy existe más el temor de que cierren el año y no les hayan cumplido con el depósito.
“Cinco centavos que no manden se traduce en deficiencias en el servicio educativo”, dijo Zetino Gutiérrez, tras opinar que eso es una señal de la profundización de la crisis de fondos que tiene el gobierno, por lo que como gremial están muy pendientes de las pláticas que llevan los políticos entorno a alcanzar un pacto fiscal que también asegure que habrá fondos para educación.
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Para Francisco Zelada, quien es secretario general de la gremial Simeduco, el problema de falta de fondos no solo afecta a los institutos sino también a las escuelas de enseñanza básica de varios puntos del país, por ejemplo el Centro Escolar Planes de Mariona, donde el funge como director.
Señala que a su centro falta que les entreguen $750 con lo que tienen que comprar material didáctico, pagar dos recibos de agua y dos de energía eléctrica que tienen pendientes, concretar el proyecto de instalación de cielo falso en el centro de cómputo y reparar equipo informático arruinado.
El Centro Escolar Planes de Mariona, que está ubicada en el área urbano rural, llega a fin de periodo con 188 alumnos.
Zelada, quien está en plena campaña porque corre como candidato para integrar una instancia del magisterio, dijo que “estamos muy preocupados (por el tema de los fondos), porque hoy hemos andado visitando cientos de centros educativos y la queja es que los presupuestos se han recortado, no solo a las escuelas rurales que al inicio de la gestión del Presidente Salvador Sánchez Cerén se les redujo el 40 %, sino también a los centros educativos urbanos”.
Y es que según precisó los directores de las escuelas se quejan de que se les ha estado depositando fondos de manera desordenada, en pocas cantidades, y en ese contexto las asignaciones han sido menores. “Ha sido un golpe a los aprendizajes de los niños”, sentenció el sindicalista.