“El teatro latinoamericano es pujante, aquí la gente tiene más cosas que decir”

El actor argentino presentará este mes dos espectáculos en el Teatro Luis Poma. Esta semana concedió una entrevista a El Diario de Hoy en la que habla de su visión sobre el teatro actual en A.L. y Europa.  

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elsalvador.com

Por Alfredo García

2016-11-02 5:12:00

César Brie, de origen argentino, es considerado uno de los grandes actores y directores contemporáneos. Actualmente divide su residencia entre Italia y Argentina, pero su trabajo, sin importar el país donde se produzca, suele trascender continentes. Se encuentra por segunda vez en El Salvador para presentar dos unipersonales, “Fui” y “120 kilos de jazz”. Esta semana hizo una pausa en sus ensayos para hablar  sobre su trayectoria y su visión del teatro. 
 
¿Cómo es su proceso de creación de una obra? 
Depende de la obra, hay algunas que son muy rápidas y otras que tardan muchos meses, hay obras en las que el texto precede el trabajo actoral, y otras en las que el trabajo actoral precede al texto. Yo siempre tengo en cuenta algunos elementos como la creación de imágenes y el uso de objetos, pocos pero precisos. Y la creación de un cuento o una historia que sea un mapa. Cada obra exige un trabajo distinto. “Fui” nació de unos naufragios personales, hasta que me puse a investigar sobre los paradigmas del amor. Con mis alumnos en talleres fuimos detrás de la palabra amor. Donde hay  un padre, una hermana, una abuela, un niño, hay violencia, incomprensiones… Luego elegí los elementos y en una semana escribí el texto y en otra semana monté todo. El final fue muy rápido (…).

En sus obras habla de problemas comunes de Latinoamérica, como la corrupción… 
He hecho obras sobre temas de ese tipo. De la corrupción hice una sátira en Bolivia, “Ubú Rey” adaptada al contexto boliviano (…) Pero el teatro no sirve para hacer denuncia (…). 

¿No hay denuncia en sus obras? 
Sí, la hay, pero yo no creo que el teatro valga porque yo me ponga un objetivo político. El teatro siempre es político, aunque toques un tema amoroso, siempre atañe a la vida común y social de las personas. 

¿Cómo diferencia una obra donde hay denuncia de un panfleto político? ¿Dónde está el límite entre un panfleto y el arte?
Muchas veces el panfleto es ‘yo me pongo encima de mi trabajo artístico para dar una ideología’. Eso no lo soporto mucho, yo prefiero estar dentro de las cosas y verlas. El panfleto normalmente ocurre cuando el artista no es capaz, cuando no logra encontrar los medios adecuados para decir lo que tenga que decir. Entonces crea panfletos sobre temas, en vez de investigar.   
Debe ser muy aburrido tener claro desde el principio todo lo que quiero decir. Yo me voy aclarando las cosas mientras las voy haciendo, descubro lo que tengo que decir, hay algo que me mueve, me interesa y así lo voy descubriendo. Un panfleto trata de colocar el pensamiento por encima de todo el resto, entonces se vuelve un poco pedagogista. Creo que eso no le compete al arte (…) El teatro debe ser curativo, si no, no sirve. Uno debe salir diferente, mejor ser humano después de ver una obra. 

A pesar de ser extremadamente difícil hacer teatro en países como El Salvador, y de parecer tener todo en contra, cada vez hay más grupos y el teatro no muere.

Justamente por eso, por tener todo en contra. Entre más en contra tiene las cosas, menos va morir, es parte de su ser (…) el teatro va a vivir siempre en crisis pero nunca se va a morir. Cuando a las personas se les quita las posibilidades de expresión, el teatro siempre es una posibilidad expresiva porque no tenés que pedir permiso a nadie, porque lo haces con “nada” (de recursos).  

Con el Teatro de los Andes lograron convertirse en un referente de Latinoamérica (el grupo se formó en 1991 en Bolivia, César Brie es uno de sus fundadores y lo dirigió hasta 2010. Se presentaron en países de los cinco continentes) ¿por qué decidió separarse del elenco?  
Tendrías que preguntarlo a mis excompañeros, prefiero no tocar ese tema. 

¿Cómo es su relación con los actores que dirige?
Yo soy actor y director, eso me sirve para no pedirle peras al olmo, considero que hay que tratar bien a los actores, lo que no significa ser condescendiente, a veces hay que apretarlos un poquito, empujarlos, llevarlos a un lugar más delicado y difícil. El actor ofrece su cuerpo y su voz a un director y uno tiene que respetar esa fragilidad, el actor es un cristal que no hay que romper. Trato de llevarlos con cuidado (…) no me gustan los directores que maltratan y gritan a sus actores, eso va contra las reglas del teatro (…). 

¿Hay un límite hasta donde debe llegar un director en el trabajo creativo y las propuestas del actor? 
El director tiene que llevar al actor a expresarse lo mejor posible, tiene que llevarlo al límite de sus posibilidades, a descubrir, empujarlo cuando necesita ser empujado y sostenerlo cuando necesita ser sostenido. Le tiene que dar confianza. Una persona que confía en sí misma se libera, sino es una persona insegura. El director debe darle seguridad al actor porque en esa seguridad el actor crece y se vuelve más grande. El mayor placer de un director es ver a un gran actor. 

¿Qué tanto hay de sus experiencias personales en sus obras?
A veces hay mucho, a veces no. Muchas veces he creado obras partiendo de experiencias personales y otras coloco solo elementos. Pero eso no importa en realidad, no importa la biografía mía sino la colectiva. En “Fui” hay muchos elementos verdaderos y muchos inventados. 

¿Considera que se están construyendo nuevas narrativas y dramaturgias en Latinoamérica? 
Siempre. El teatro latinoamericano es pujante, y forma parte de esa búsqueda. Creo que aquí la gente tiene más cosas que decir, son mayores las urgencias y eso hace que el teatro sea más vivo a pesar de que esté siempre en crisis y de que haya poco dinero. 

¿Se escucha algo del teatro que se hace en Centroamérica o El Salvador en Sudamérica?
Conocí algo del trabajo de Roberto Salomón (director del Teatro Luis Poma) a través de un amigo común, Sergio Mercurio (actor argentino también conocido como “el titiritero de Banfield”), que estuvo aquí con sus títeres, pero no había escuchado nada antes.

¿Ha considerado volver a vivir completamente a su natal Argentina?
Estoy tratando y planificando irme de Europa, es un continente viejo, cansado y está yendo peligrosamente a la deriva, a mi juicio. Pero no es por eso, es por el sentido que tiene mi trabajo teatral. Siento que tiene mucho más sentido en América Latina que en Europa. Me gusta mucho más trabajar aquí.

César Brie presentará los unipersonales “Fui” del 3 al 6 y “100 kilos de jazz” del 10 al 13 de noviembre en el Teatro Luis Poma. La entrada es de $10 y $7.