Las noticias y el ???ángel exterminador??? de ladrones y mareros

Contar los excesos y abusos de autoridad de la policía es parte de la labor informativa de la prensa seria, como también lo es contar la vorágine de violencia que padece la autoridad ante las acciones de las maras.

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Saca, según la resolución emitida, era quien encabezaba con su poder político y económico la estructura delincuencial, le seguían sus exfuncionarios.

/ Foto Por Marlon Hernández

Por Ricardo Chacón*

2016-11-05 10:08:00

El País, periódico de gran calidad en España, publicó esta semana una interesante información, más bien una impactante historia de un tipo, al que llama “ángel exterminador”, que hace unos días mató a cuatro ladrones al interior de un bus en la ciudad de México; al parecer, los cuatro ladrones despojaban de sus propiedades a los pasajeros de un bus, cuando de repente, un hombre desde atrás comenzó a matar uno a uno a los delincuentes, luego recobró lo robado, se lo devolvió a sus propietarios y pidió al motorista que parara para bajarse del bus… y se perdió en la ciudad. Nadie sabe nada del hechor, nadie identificó al “ángel exterminador”, no hubo testigos y las autoridades desconocen de quién se trata…

Permítanme desmontar la nota periodística: primero, la narración de los hechos, contada con un lenguaje llano y claro, pero sin descuidar la precisión y el calor personal de las víctimas; segundo, ya entrada la nota, las declaraciones y los testimonios dan cuerpo y sostén a la historia, para, en un tercer momento, finalizar con los datos y las estadísticas que muestran que el fenómeno tienen aristas no solo sociales sino con características de hechos cometidos con cierta frecuencia por hombres con formación militar que han tomado en sus manos la justicia y castigan sin piedad a los delincuentes.

Esta es una historia bien contada, realmente informativa propia del periodismo de calidad donde se conjugan al menos tres cuestiones: uno, el olfato periodístico propio del profesional que sabe convertir los hechos en noticia, en noticia con gran contenido personal y social; dos, el uso adecuado de las técnicas propias del periodismo como lo son la investigación, el uso de las diferentes voces sobre el hecho, la confirmación de lo sucedido, el manejo de la información estadística, todo con el objeto de contar una historia que informe a las diversas audiencias, que genere opinión y brinde los elementos para que el lector se forme una opinión; y tres, el uso del lenguaje para “recrear mundos” a través de la historia, de la narración que en este caso utilizó como plataforma el periódico impreso.

Hay otro punto clave, que quiero señalar y desarrollar por separado aunque forma parte integral de los tres puntos antes citados, sí me refiero a la dimensión ética para contar la historia; aquí un par de cuestiones: primero, el periodismo y los periodistas además de informar y generar opinión lo hacen desde los principios propios de una ética profesional clara y contundente; la defensa de la vida, la búsqueda de la verdad, el derecho a informar y respetar la dignidad de las personas, son puntos claves desde donde se escribe una historia.

En este sentido, y desde otra perspectiva, por ética, por principio periodístico, temas tan complejos como el accionar de un “ángel exterminador” tienen que ser tratados no solo con pinzas y sobriedad sino también poniendo sobre la mesa el mayor número de aristas posibles que explique el fenómeno. 

Probablemente se trata de un fenómeno que tiene que ver con una sociedad exacerbada por el accionar de los delincuentes; están cansados de que los criminales convivan con la gente honrada y trabajadora, hastiados de que las autoridades y en general el aparato represivo y preventivo del Estado sea incapaz de detener la vorágine de violencia e inseguridad que se padecen en nuestros países.

Pero también es cierto que se trata de un fenómeno propio de sociedades al borde del caos y el desastre que hace que los hombres tomen la ley en sus manos, y la población lo justifica con un silencio cómplice, pasando por encima todos los requerimientos racionales propios de una sociedad democrática, una sociedad donde hay balance de poderes, donde el imperio de la ley debe primar. 

Ambos extremos, ambas posiciones tienen que ser explicadas en cada noticia, en cada información, pero no para justificar, aprobar o rechazar una u otra posición, sino como las fronteras donde se mueven hechos como los del “ángel exterminador”. 

Nuestra obligación como periodistas es contar los hechos, contarlos de la mejor manera, explicarlos a fondo y hacerlo con valentía, sin importar que esto conlleve a mostrar estructuras y el accionar de hombres que toman la justicia en sus manos. Pero será la justicia, serán las instituciones, será el Estado en definitiva quien tendrá que decidir qué hacer ante esta realidad, que por momentos, como ocurre en nuestro El Salvador cuando ha ocurrido asesinatos de ladrones en los buses o peor aún cuando se mata a mansalva a mareros como al parecer está ocurriendo con cada vez mayor frecuencia en distintas zonas del país.
 
*Editor Jefe de El Diario de Hoy.
ricardo.chacon@eldiariodehoy.com