MANAGUA. Líderes de la principal coalición opositora de Nicaragua, el Frente Amplio Democrático (FAD), que no compitió en las elecciones generales del domingo, aseguró que la abstención “fue sido masiva”, lo que consideraron una expresión “del rechazo a la farsa electoral” en el país.
“En todo el país el abstencionismo ha sido masivo”, afirmó la exaspirante a la Vicepresidencia de la principal fuerza opositora, Violeta Granera, en rueda de prensa.
“Hemos hecho un cálculo de 70 % a 80 %” de abstención, “inclusive en municipios donde tradicionalmente” el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) “ha tenido mayoría”, indicó Granera, en base a un informe preliminar de los observadores del FAD desplegados en las afueras de los centros de votación.
Los líderes de la FAD instaron durante la campaña a los ciudadanos a ejercer la “abstención activa” en las comicios de ayer, que califican de “farsa”, en los que no participan tras ser afectados por una serie de fallos judiciales.
“La asistencia del pueblo a las juntas receptoras de votos ha sido la menor observada en elección alguna realizada en Nicaragua en los últimos 30 años”, sostuvo la opositora Granera.
Para la dirigente, “esta elevadísima abstención es la expresión del rechazo a la farsa electoral”.
“El sistema electoral debe ser reformado en su totalidad y deben realizarse elecciones verdaderas, competitivas y libres en el país”, señaló.
El jefe de campaña de la candidata a vicepresidente de la opositora Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), David Salazar, dijo que el nivel de abstención observado a pocas horas que cierren los colegios electorales “es algo insólito y preocupante”.
Ese colectivo calcula la abstención, hasta el momento, en un 60 %, según dijo.
El Consejo Supremo Electoral (CSE) se mostró por su lado ayer optimista con la afluencia de personas a las Juntas Receptoras de Votos (JRV), pese a que no se observó un flujo masivo de votantes.
Ortega, que cumplirá 71 años el 11 de noviembre, ha dirigido el segundo país más pobre de América Latina, después de Haití, en dos etapas: la primera desde 1985 hasta 1990, cuando fue derrotado por Violeta Chamorro (Unión Nacional Opositora), y la segunda, desde 2007, al vencer en las presidenciales celebradas un año antes y también en las de 2011.