Autoridades indagan sobre muerte de policía en La Paz

La motocicleta en la que se movilizaba se halló a pocos metros de su cadáver, lo mismo el arma de fuego asignada a él, agente tenía una lesión en la cabeza  

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Sepelio de sargento asesinado en San Miguel.

/ Foto Por Lucinda Quintanilla

Por Jaime López

2016-11-06 5:10:00

Un agente destacado en la subdelegación policial de  San Jacinto, al sur de San Salvador fue hallado muerto  poco después de la medianoche del sábado, en una zona rural de Santiago Nonualco, La Paz.

Fue identificado como Edwin Alexander García Espinoza, de 28 años, quien tenía una lesión en la cabeza, solo que las autoridades no precisaron si fue con arma de fuego, arma blanca, o con un objeto.

Supuestamente la motocicleta  en la que viajaba el agente  y su arma de equipo estaba  a pocos metros de su cadáver. 

Autoridades de Santiago Nonualco fueron alertadas del hallazgo casi de inmediato y fue ubicada en el camino que comunica con el cantón San  Antonio Arriba, en el caserío Huistihuilla.

De forma preliminar, las autoridades manejan que el agente murió de un accidente  con su motocicleta.

La hipótesis de las autoridades es que el agente perdió el control de la moto, se salió de la vía  y pegó en el cordón de la calle, luego rebotó en un árbol, lo que le habría causado la muerte al instante.

Por las condiciones en que estaba el cadáver, el percance pudo haber ocurrido entre 1:30 y 2:00 de la madrugada de ayer domingo.

Las autoridades obtuvieron información en la zona que “horas antes el agente había estado consumiendo bebidas embriagantes con unos amigos y al momento del hecho se dirigía a su residencia en el cantón San José La Paz Arriba del mismo municipio”.

Los investigadores sostienen que la oscuridad, la falta de testigos y los constantes ataques y amenazas de las pandillas a miembros de la corporación policial, hace difícil, en pocas horas asegurar el verdadero móvil de la muerte del agente Edwin Alexander y se requerirá del reconocimiento y levantamiento del cuerpo por parte de Medicina Legal para establecer, si la verdadera causa de la muerte del policía fue un accidente o si existió mano criminal.

Estadísticas de la Corporación Policial revelan que del 1 de enero a octubre han sido asesinados más de 36 policías a escala nacional.

La mayoría de los agentes han sido atacados en momentos que han estado de licencia o descanso cerca de sus hogares.

Dos de los últimos casos se reportaron el viernes anterior en San Miguel.

Una de las víctimas fue el sargento José Manuel Serrano Guardado, jefe de la caseta policial del centro de San Miguel, quien murió abatido a balazos en el centro de la ciudad, el 4 de noviembre.

El cuerpo del sargento quedó sobre la 2a. Calle Oriente,  recibió al menos cinco balazos en diferentes partes de su cuerpo.

Aparentemente, el sargento fue interceptado por cinco sujetos, dos en motocicleta y tres a pie, mientras caminaba a comprar su almuerzo. 

El sargento intentó sacar su arma, pero los delincuentes se adelantaron y lo acribillaron.

Dos personas más fueron alcanzadas por los proyectiles quienes resultaron lesionadas en el ataque.

Mientras que en Santa Ana, una llamada telefónica alertó al sistema 911, que en la hacienda Cayetano del cantón Camones se escucharon varias detonaciones de arma de fuego.

Cuando la Policía llegó a inspeccionar, encontraron el cadáver del agente Edgardo Antonio Mate Flores, quien de licencia y paseaba en unos balnearios del sector.

Para profundizar en las investigaciones en este caso, la corporación envió un equipo de Inspecciones Oculares para no dejar la mínima evidencia que ayude a esclarecer el hecho.

Tanto en San Miguel como en Santa Ana, se  desarrolló un fuerte operativo policial, en el que participó el  Grupo de Reacción Policial (GRP), el grupo Fuerzas Especial El Salvador  (FES), agentes de Seguridad Pública e Inteligencia Policial, entre otros.

En Cuscatancingo, un agente de Protección a Personalidades Importantes (PPI), destacado en el Ministerio de Justicia,   Edward Osvaldo Miranda López, de 26 años, fue asesinado por sujetos de la pandilla 18 Revolucionarios el 30 de octubre.

El agente Miranda López era el hijo del comisionado Godofredo Miranda, destacado en Tribunal de Ingresos y Ascensos de la Policía.

Amenaza de pandillas

Desde el 26 octubre, la Subdirección general de la Policía Nacional Civil alertó a todas las unidades policiales de que los cabecillas de las tres principales pandillas han acordado incrementar los asesinatos de agentes.

Según inteligencia policial,  las pandillas se proponen atacar a personal policial, militar, fiscales y custodios penitenciarios.

Del domingo 30 de octubre a la fecha, la corporación policial ha perdido al menos cinco agentes en diferentes lugares, incluyendo el caso que se investiga en Santiago Nonualco.

Según el escrito que detalla la amenaza de las pandillas hacia el personal policial, los asesinatos que se han perpetrado ha sido contra personal que labora en instituciones de justicia.

La Policía Nacional Civil, según el documento interno, tiene información que los cabecillas han ordenado asesinar a personas que ostenta cierto nivel de liderazgo en el ámbito político y económico.

Estos grupos de pandillas consideran que son responsables de la implementación de las medidas extraordinarias con las cuales el Gobierno los ha puesto en condiciones difíciles para cometer ilícitos.

Autoridades policiales han puesto al tanto de esta amenaza a alcaldes, diputados,  jueces y fiscales para incrementar sus medidas de seguridad.