La agencia Moody’s Investors Service bajó las calificaciones de emisor y de deuda de largo plazo de El Salvador a B3 desde B1 y asignó una perspectiva negativa concluyendo el período de revisión iniciado el 11 de agosto.
La baja de calificación a B3 se basa en los siguientes factores:
1) El aumento significativo de los riesgos de liquidez, ya que el Gobierno se encuentra bajo estrés financiero y se ha visto forzado a asignar prioridades a sus pagos y la deuda de corto plazo continúa aumentando alcanzando niveles récord, desafiando la capacidad y disposición de los bancos locales para absorber montos adicionales.
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2) La parálisis política de la Asamblea Legislativa que deja al gobierno sin la aprobación necesaria para emitir deuda de largo plazo para retirar deuda de corto plazo y financiar sus operaciones.
La perspectiva negativa, otorgada por Moodys, captura el riesgo de que continúe sin lograrse un acuerdo entre los principales partidos políticos de la Asamblea Legislativa en los próximos meses, aumentando los problemas de financiamiento del gobierno e incrementando la posibilidad de un evento de crédito.
A pesar de que Moody’s no califica la deuda pública de corto plazo de El Salvador, la complicada situación fiscal podría afectar el perfil crediticio de la deuda de largo plazo del gobierno.
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Los techos de bonos y depósitos de largo plazo en moneda extranjera de El Salvador fueron bajados a B1 de Ba2. Los techos de bonos y depósitos de corto plazo en moneda extranjera permanecen sin cambio en NP.