Día clave: Estados Unidos elige hoy a su presidente

En estos comicios, los candidatos, Hillary Clinton (demócrata) y Donald Trump (republicano), llegan codo a codo. El ganador sucederá al presidente Barack Obama

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elsalvador.com

Por Jaime García Oriani/Enviado especial en EE.UU.

2016-11-07 8:37:00

En Estados Unidos, las elecciones se llevan a cabo en un día laboral común y corriente, que suele ser el segundo martes de noviembre. Nada de vacaciones, ni feriado. La gente sigue con sus actividades cotidianas y deben arreglárselas para ir a votar. 

“Algunos aprovechan la hora del almuerzo o van al final de la jornada laboral, pues los centros de votación reciben gente hasta pasadas las 7 de la noche. En mi caso, el banco en el que trabajo nos da más tiempo para ejercer el voto o nos permiten salir antes. Así lo hacen también en otras empresas”, cuenta Nick Jones, un financista originario de Nueva York. 

En esta ciudad, tradicionalmente demócrata, cuyo estado representa un total de 29 colegios electorales, todo está listo para el día de la elección. A diferencia de otros estados, en esta localidad no puede ejercerse la votación anticipada, lo cual les representa un gran reto para lograr un proceso ágil y brindar rápidamente los resultados de la elección. 

Michael Ryan, director ejecutivo de la Junta electoral del Bronx, declaró que a su cargo están cinco condados (Bronx, Manhattan, Staten Island, Brooklyn y Queens) y que cuentan con alrededor de 4.4 millones de votantes, distribuidos en 1,205 centros de votación.

Además, para facilitar ejercer el voto, el material electoral está disponible en seis idiomas: inglés, chino, español, bengalí, coreano e hindi. 

 “Estamos satisfechos en la experiencia que hemos tenido otros años. Nos apoyamos en la tecnología y lo hacemos simple. El votante ni siquiera debe presentar identificación. Su identidad se comprueba con la firma. Luego, su voto se procesa electrónicamente en la DS200, una máquina que tabula los resultados”, comentó Ryan. 

El directivo espera poder publicar los primeros resultados a eso de las 9:30 p.m. Indicó que podrían tener algunos retrasos si aún hay votantes a la hora del cierre de los centros de votación. Para dar mayor confianza y disipar cualquier sospecha de fraude, cuentan con el apoyo de la Policía de Nueva York, quienes trasladan las boletas utilizadas a la Junta electoral. 

Independientemente ganen o pierdan, Hillary Clinton y Donald Trump tendrán sus eventos de cierre de las elecciones en la ciudad de Nueva York. La presidenciable demócrata realizará su fiesta en el Jacob K. Javits Convention Center, en Manhattan, mientras que el republicano a pocas cuadras de la Torre Trump, en el Hilton de Midtown.

Ayer,  la demócrata y el republicano realizaron su el último esfuerzo para mantener vivas sus aspiraciones de llegar a la Casa Blanca, en el capítulo final de una campaña histórica en Estados Unidos. 

En un cierre de campaña maratónico en 13 estados en un solo día, Clinton y Trump intentaron entusiasmar a los electores con argumentos como el “salvar” al país de caer en una crisis de credibilidad. 

¿Y si Trump no acepta los resultados? 

Christina Greer, profesora asociada de ciencias políticas en la Universidad de Fordham, en Nueva York, se mostró preocupada por las afirmaciones del candidato republicano, quien dijo que vería si aceptaba los resultados. Trump sostiene que existen indicios de fraude electoral y de amaño en este proceso. 

“Un principio en Estados Unidos, que defiende la Constitución, es el de la elección libre y transición pacífica del poder. Pensemos en el año 2000. Al Gore aceptó la derrota aunque ganara el voto popular. Es así con el sistema del colegio electoral”, sostuvo la académica. Explicó que es un problema generar estas inquietudes en la gente, pues el descontento de la derrota puede ocasionar reacciones violentas en la población.

Queda por ver si, en caso de perder, Trump dará el tradicional discurso de aceptación de la derrota, como hizo Mitt Romney en 2012 y John McCain en 2008 al perder la Presidencia frente a Barack Obama.

En juego

Más de 200 millones de estadounidenses están llamados a las urnas hoy para elegir al presidente que tendrán durante cuatro años, renovar el total de los 435 miembros de la Cámara de Representantes, un tercio de los cien senadores federales y seleccionar a sus gobernadores en 12 estados. 

Los demócratas quieren arrebatar a los republicanos el control del Senado tras haberlo perdido en las elecciones legislativas de 2014. 

Para recuperarlo, los demócratas necesitan ganar al menos cinco escaños o cuatro, en caso de que Clinton se haga con la Casa Blanca y el aspirante demócrata a la Vicepresidencia, Tim Kaine, pueda servir como pieza del desempate, ya que se convertiría automáticamente en el presidente del Senado.