205

La propuesta 205, sometida a votación en Arizona, busca regular en ese estado el uso de la marihuana con parámetros similares a los de las bebidas alcohólicas.

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elsalvador.com

Por Ricardo Avelar*

2016-11-08 9:03:00

Estamos a inicios de noviembre y, como cada cuatro años, el mundo entero está pendiente de lo que sucede en las elecciones generales de los Estados Unidos.

Analistas políticos de todas las latitudes están siguiendo de cerca este proceso y haciendo incontables interpretaciones de una elección presidencial inusual, que enfrenta a la polémica Hillary Clinton con el xenófobo magnate Donald Trump.
 
Estas elecciones se han movido entre la desconfianza que ambos generan, y el miedo en ambos lados de que la contraparte pueda ganar. Cuando usted lea estas líneas, salvo que haya un inusual empate en los colegios electorales y el Congreso deba dirimirlo, ya se sabrá quién gobernará a los estadounidenses de 2017 a 2021.

Pero eso no es lo único que está en juego este noviembre. Además del Presidente, los americanos están votando por los 435 escaños en su Cámara de Representantes, 34 senadores, doce gobernadores y otras autoridades y propuestas.

En ese sentido, a lo largo de este proceso el nombre que más he seguido no es el de Donald o el de Hillary, sino uno menos popular en las páginas políticas o internacionales de los medios: Carlos Alfaro.

El día de elecciones, en cada estado además de elegir funcionarios, es posible votar por iniciativas de la sociedad civil que han seguido un proceso y se someten a la legitimación de los electores. Esta ciudadanización de las propuestas políticas permite que aquellas causas que podrían estancarse en las instancias políticas formales tengan la opción de ser conocidas, votadas e implementadas de forma directa.

Tal es el caso de la propuesta 205, sometida a votación en Arizona. Esta busca regular en ese estado el uso de la marihuana con parámetros similares a los de las bebidas alcohólicas. De ganar, comercios locales podrían obtener licencias para vender cantidades controladas de cannabis, se permitiría a la ciudadanía el autocultivo y los mayores de 21 años podrían comprar su hierba de distribuidores autorizados.

Por medio de mensajes en sus redes, el coordinador político de esta campaña, Carlos Alfaro, ha afirmado que el interés de la Propuesta 205 es que Arizona emule las buenas prácticas de otros estados que también han avanzado en la regulación de la marihuana y que han dejado de confiar en el simplismo de la prohibición como la solución a un problema complejo.

Durante los últimos meses, este joven de veintitantos años se ha acercado a diferentes espacios de opinión para ofrecer una perspectiva técnica de este tema, tradicionalmente plagado de mitos y lugares comunes.

Alfaro y su equipo sugieren al votante que regular la marihuana puede ayudar a reemplazar los peligrosos mercados negros, ofrecer al consumidor información sobre lo que adquiere, generar recursos financieros al gravar estas ventas y permitir que el aparato de seguridad se concentre en delitos que sí suponen víctimas y no en castigar decisiones personales como el consumo (aclaro que la propuesta contiene límites como seguir penalizando el manejar bajo efectos de marihuana o el uso en espacios públicos de esta).

Además, se sustituye el discurso emocional (“¿Qué pasará con nuestros hijos que podrán comprar drogas?”) por uno más realista (“Nuestros hijos ya tienen acceso, sea legal o no. ¿Cómo reducimos el potencial impacto, cómo los educamos y cómo nos aseguramos que quienes decidan consumir lo hagan de forma segura?”).

Lo emocionante de Carlos y su propuesta está en dos lados: primero, en la valentía de emprender un cambio en uno de los temas más polémicos de la actualidad y de inyectarle sensatez al estado de Arizona, dejando de castigar y empezando a dar soluciones más apropiadas a un fenómeno complejo. Y segundo, en la capacidad de un grupo de ciudadanos de transformar ideas en una propuesta seria y tener una incidencia real.

Cuando usted termine este texto, ya se sabrá el resultado de la Propuesta 205. Busque el resultado en Google y recuerde que el verdadero poder ciudadano no solo reside en nombrar funcionarios sino en poder motivar el debate y elaborar propuestas de política pública, independientemente de las agendas que haya en la clase política. Gane o pierda el movimiento de Alfaro, ha logrado lo más importante: superar el miedo a este tema y plantearlo de forma técnica y estructurada. ¡Eso ya es una victoria!
  

*Columnista de El Diario de Hoy.
@docAvelar en Twitter