A pesar del dolor y sufrimiento que todavía es visible en los rostros de los padres de José Antonio Martínez y Rodrigo José Calles, víctimas del accidente aéreo de julio de 2012 luego del fallo del juez Primero de lo Civil de Soyapango, no escondían la satisfacción por la decisión judicial.
“Creemos que se ha dado un fallo justo, se probó la negligencia del señor Carlos Dárdano y algo debe pagar, pues el daño ocasionado es muy grande”, dijo David Calles, padre de uno de los alumnos que murió en la tragedia aérea.
“Ha sido una buena labor de nuestro abogado que hizo ver que la escuela había incurrido en negligencia. Estoy satisfecho aunque no contento porque siento la pérdida de mi hijo”, destacó Calles.
Para José Antonio Martínez, el esfuerzo no ha sido en vano, ha sido un trabajo largo en el que se quiso velar por el daño que se hizo a nuestros hijos. “Siempre lo dijimos que la cantidad económica no era el tema, sino demostrar que había habido negligencia para las futuras generaciones y ha sido demostrado”, puntualizó Martínez, minutos después de finalizar la audiencia.
“El señor Dárdano fue exhibido en un juicio en el cual la negligencia y la ignorancia a las leyes son las que hicieron llegar luto a nuestras familias y eso es imperdonable”, subrayó Martínez, un piloto con más de 39 años de pilotear aviones comerciales a distintos destinos internacionales.
Entre tanto, el abogado acusador Carlos Morales, uno de los dos abogados de los padres de las jóvenes, se mostró satisfecho con la resolución del juez Primero de lo Civil.
Reiteró que la intención de sus clientes nunca fue hacerse ricos a costa de la memoria de sus hijos, sino demostrar la negligencia de la escuela y del propietario en el mantenimiento de los aviones, el cumplimiento de las regulaciones y leyes vigentes.