SAN MIGUEL. Un niño serio, pero con enorme talento para interpretar música, así fue Marito Rivera en sus primeros años de vida, un migueleño que nació para dedicarse a la música y después de 46 años, demuestra que no se equivocó al decidirse por el ámbito artístico.
Con tan sólo seis años, pisó por primera vez un escenario, uno que habían armado en el parque Barrios, de la cabecera migueleña, para tiempos de carnaval, Marito recuerda con gran ternura ese momento pues asegura que “mi padre me contaba que yo era un niño muy serio, no me daba temor presentarme ante la gente, pero nadie me sacaba una sonrisa”.
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El artista desde esa edad participó en los carnavales de su ciudad y recuerda vagamente que en cada concierto tenía un ojo pegado al piano y el otro en los juegos artificiales que detonaban en cada cierre de los festejos.
Era 1970, cuando la voz de Marito Rivera fue escuchada por primera vez en un disco de 45 revoluciones, donde sólo habían dos canciones, la que grabó fue “Mamita yo no quiero un hermanito”, que la disquera Boni Discos le pidió que cantara.
“Esa canción fue muy exitosa, iba dirigida a un público infantil, y desde que la canté comenzaron a conocerme a nivel nacional”, recordó el artista.
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Marito Rivera nació en una familia de músicos y eso sin duda le encamino en la vida artística, pues asegura que desde pequeño veía como su padre ensayaba en su casa con un grupo que tenían y precisamente fue su padre el que reconoció el talento de Mario y lo puso a estudiar para que aprendiera a tocar guitarra, instrumento que no le agradó del todo y luego optó por aprender piano, con el que ha compuesto a lo largo de su carrera más de 80 canciones con las que ha puesto a llorar y a reír a muchos, tanto dentro como fuera del país.
“La primer canción que escribí fue “Ven a bailar Conmigo”, esa canción que es muy pegajosa la compuse, porque yo era penoso, y me costaba sacar a bailar a las chicas y fue en ese contexto que la compuse y pegó fuerte, porque con esa canción hice mi primer gira internacional”, rememoró Marito.
Para Mario Rivera, una de las canciones que más importantes en su vida artística es la llamada “Mentiras”, que la escribió siendo adolescente, frente al engaño de una señorita a la que pretendía.
“Mentiras es la canción más importante que he escrito, y que es parte del repertorio que en cada concierto no podemos dejar de tocar, y con la que muchos a lo largo de su existencia se han identificado, la escribí en mis tiempos de adolescencia”, dijo entre risas el artista al recordar el motivo de su canción.
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Para él, la ciudad donde nació es su orgullo, tanto que escribió dos canciones para inmortalizar la fiesta más grande de El Salvador, una de ellas fue “Carnaval de mi Tierra” y la otra “Séptima Avenida”, dos pegajosas canciones que han puesto a bailar a cientos de salvadoreños.
“Cada que escribo es un momento mágico, primero preparo la armonía, luego la melodía y por último la letra, son momentos de gloria que nos permiten eternizar etapas a cada artista”, dijo con profunda emoción Rivera.
Mencionó que no ha sido una lucha fácil pues por cultura, el apoyo al artista nacional no es tan fuerte, pero el talento y la perseverancia lo han colocado en el gusto de los salvadoreños, tanto dentro como fuera del país.
Indicó que como migueleño, se siente emocionado cada vez que escucha la composición de Paquito Palaviccini, con la canción “El Carnaval de San Miguel”, y que a sus tres hijos les ha inculcado el amor por su ciudad.
“Ellos saben que tienen que amar a San Miguel, acá están sus raíces, el Chaparrastique es su estampa, el calor es clima natural y cada vez que podemos los traemos a visitar su ciudad”, reveló Rivera.
Este año, el artista fue reconocido por la comuna migueleña y el festival de arte y cultura que se desarrolla en el marco de las festividades novembrinas, lleva su nombre.
“Cada vez que escribo es un momento mágico, primero preparo la armonía, luego la melodía y por último la letra. Son momentos de gloria”, Mario Rivera, músico migueleño.
“Ellos (sus hijos) saben que tienen que amar a San Miguel, acá están sus raíces, el Chaparrastique es su estampa, el calor es su clima”, Mario Rivera, músico migueleño.
APOYO TOTAL
Los padres de Marito, quienes ya fallecieron, fueron Mario Rivera Morataya y Ela Beatríz Molina de Rivera. Apoyaron el talento del músico pues prefería un instrumento musical a juguetes.
LA CUNA
Marito Rivera nació en 1964, en la Quinta Avenida, del Barrio San Felipe, pero años después su familia se fue a vivir al barrio San Francisco, ambos de San Miguel, donde creció.