¿Le llegó la hora al FMLN?

No puedo saber si a propósito o por efecto de las circunstancias históricas, pero las maras han puesto al Frente entre la espada y la pared. Le llegó la hora al FMLN.

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Un adolescente de 13 años, quien padecía una trastorno mental y consumía drogas, fue asesinado en el cantón El Rosario, de Tonacatepeque.

/ Foto Por Marlon Hernández

Por Jorge Alejandro Castrillo Hidalgo*

2016-11-11 8:27:00

“Las pandillas han decidido realizar una ‘guerra escalonada’ contra el sistema” ponía el título de la triste noticia que apareció en el periódico la semana pasada. “Han decidido eliminar a personas con liderazgo político (jueces, diputados, policías, militares) que son los responsables de las medidas extraordinarias que nos tienen en condiciones difíciles” según se leía en el cuerpo. No puedo saber si a propósito o por efecto de las circunstancias históricas, pero las maras han puesto al Frente entre la espada y la pared. Le llegó la hora al FMLN. 

Las maras son una extensión del Frente, sostienen algunos; son un brazo de ARENA, afirman otros. No estoy de acuerdo con ninguna de tales afirmaciones, pero sí recuerdo haber escuchado a personeros del partido sostener dos grandes diferencias entre el FMLN y las maras. La primera, decían, tiene que ver con el objetivo de su lucha: mientras la del Frente fue para cambiar un sistema injusto; en cambio, las maras lo único que pretendían era lucrarse del honrado trabajo ajeno. La segunda aludía a los métodos empleados: mientras que las acciones combativas del Frente nunca fueron aisladas sino que estaban insertas en un plan general de combate al sistema, “la guerra popular prolongada”; las de las maras eran acciones aisladas que lo único que buscaban era meter miedo a la población y, sobre todo, a sus “objetivos económicos”. La noticia a la que aludo disuelve de golpe la segunda de las diferencias: ahora las maras también están atacando al sistema en “lucha escalonada”. Hasta tiene rima consonante con la “guerra popular prolongada”. ¡Cosas del lenguaje!

Creo por eso que le llegó la hora al FMLN. Muchos no estarán de acuerdo con esta afirmación: dirán algunos que esa hora le llegó ya cuando Mauricio Funes ganó la presidencia. Otros dirán que no porque él no era del Frente sino que usó al partido para satisfacer sus personales ambiciones de poder. Que la hora del Frente fue cuando se firmaron los Acuerdos de Paz, dirán otros, que de no haber sido por tales acuerdos, tenían los días contados. Otros, más nostálgicos, afirmarán que la hora del Frente fue antes de los acuerdos: que la verdadera razón del Frente era la guerra de subversión, que eso era lo que en verdad sabían hacer y que les habría ido mejor si nunca hubieran sufrido el inmenso desgaste de asumir el poder político dentro de un esquema democrático.

 Como le escuché decir a alguien “durante la guerra todo era ganar: aunque perdiéramos algunas peleas, eso avivaba el fervor revolucionario de nuestros cuadros. En esos tiempos, aunque había jerarquías, éramos todos más iguales. Desde que estamos en el gobierno, aparte de las elecciones, no hemos logrado ganar batallas importantes, la ideología de nuestra militancia se ha venido debilitando y ya no todos somos iguales en el FMLN: algunos de nuestros dirigentes han caído en la tentación del capitalismo. Tenemos que aceptar que muchos de ellos ‘se han compuesto’ desde que llegamos al poder”.

Ahora que el FMLN está en el ejercicio del gobierno, la amenaza de las maras les obliga a dos tareas inaplazables: a) explicar claramente sus diferencias con el esquema de operación de las maras y b) defender al sistema y a sus operadores. De cómo logren solventar la primera tarea dependerá, en gran medida, la “decisión, definición y firmeza” con que habrán de emprender la segunda. Tienen que hacerlo rápido, los policías siguen muriendo. Negar en declaraciones la “lucha escalonada” sería lo peor que pueden hacer. 

Para zozobra de todos, ante los últimos asesinatos de policías, hemos leído que ya empezaron a decir justamente eso. Creo que van por mal camino. La población ha perdonado muchas cosas, pero que no defiendan a quienes se juegan la vida por los ciudadanos, no les será perdonado.

Llegó la hora de las definiciones: so pena de que su lucha pasada pueda ser homologada enteramente con el operar de las maras, el Frente debe asumir decididamente, por mucho que le cueste, la defensa del sistema. 

*Sicólogo 
y colaborador de El Diario de Hoy.