Ramos, Trump y las ideas altisonantes de lo que no son los medios

Definir el papel de los medios de comunicación en la sociedad moderna es complejo, no es menos difícil hacerlo con la labor de los periodistas, como ha ocurrido ahora con Jorge Ramos, de Univisión, y su cobertura Trump.

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/ Foto Por Menly Cortez

Por Ricardo Chacón*

2016-11-12 6:31:00

El hecho es uno, fue dura, muy dura, incluso confrontativa la cobertura que realizó desde un inicio Jorge Ramos, periodista de origen mexicano referente de las noticias en Univisión, sobre las elecciones en Estados Unidos, particularmente el seguimiento al candidato Donald Trump, ahora elegido presidente.

El debate se encendió luego del triunfo de Trump y que la presentadora de origen peruana del programa “Entre Nos”, Patricia Arbulú, lanzó una carta criticando abiertamente a Ramos a quien pidió que renunciara de Univisión “por hacer una cobertura parcial y sesgada”.

“Quiero pensar que tus actitudes de periodista totalmente parcializado más fueron de honrar las políticas de tu empresa o el deseo desmesurado de poder del dueño del canal donde trabajas. Sería muy atrevido de mi parte en creer que te ganó el ego o te creíste realmente el cuento de ser el periodista más influyente de este país, sin analizar bien cuáles eran o son las calificaciones de quienes así te lo dijeron”, dice textualmente un párrafo del escrito publicado en redes sociales por la presentadora Arbulú.

En otro párrafo, la presentadora sentencia: “Solo te queda, ahora, renunciar. Tu imagen como la de tus compañeros fue mortalmente herida” .
Por su parte, Ramos sin mucho aspaviento, reconoció en redes “haberse equivocado como periodista, especialmente por no percibir el resentimiento que existe en los votantes estadounidenses hacia la clase política y apegarse a las encuestas de opinión”. 

A partir de este hecho, permítanme exponer algunas ideas sobre el tema, que vengo repitiendo una y otra vez; hay dos cuestiones que definen a los medios de comunicación en la actualidad: uno, se trata de instituciones culturales que forman parte del entretejido social como instrumentos, herramientas y estructuras vinculados con las ideas, el pensamiento y la cultura; y dos, son instituciones polifacéticas, indispensables en la sociedad moderna que juegan un papel determinante, semejante como lo son la educación, la familia y la religión.

Desde esta perspectiva, se trata de instituciones complejas donde se entrecruza lo público y lo privado, el poder y la política, lo gremial y lo institucional en una maraña de contenidos audiovisuales ahora completados con el internet y las redes sociales.

Sí, los medios de comunicación no se agotan en la prensa, la radio, la televisión y el cine como instrumentos individuales, sino que ahora están remozados todos estos a través del internet y esto suma a la hora de entenderlos en la actualidad y su papel que juegan en las campañas políticas partidarias.

He querido lanzar estas ideas, a lo mejor expuestas demasiado rápido y apretadamente, con una intención clara y definida: los medios de comunicación son complejos y su papel en la sociedad moderna, nos guste o no, es determinante para entender la sociedad de hoy; la labor de los periodistas en este contexto lo es también crítico, complejo y polémico.

Ahora bien, esta complejidad e influencia determinante no nos debe de llevar a magnificar estas instituciones sociales, ni mucho menos darles un papel preponderante que sobredetermine y que, incluso, sustituya a la misma realidad.

Por ejemplo, la omnipresencia de los medios no debe confundirse con la omnipotencia; una cosa es que los medios estén en todas partes y abarque todas las dimensiones de la sociedad actual, y otra que tengan un poder absoluto o muy grande.

Particularmente, y en este punto, no comparto aquellas concepciones que le dan a los medios el mote del “cuarto poder” y se sustenta con el ejemplo que se quiera interpretar que Trump ganó o perdió por los medios de comunicación que lo atacaron sin misericordia, mucho menos que un periodista, como Ramos, haya hecho ganar o perder al ahora presidente estadounidense.

Lo que sí quiero señalar es que los medios, y muchos periodistas, deben poner sus barbas en remojo, porque se sumaron al estatus quo político, dejando de lado su labor informativa y crítica, lo que les impidió ver, entender, comprender, en el caso de las elecciones en Estados Unidos, que la población blanca media, los estadounidenses del campo están “enojados, muy enojados” con la clase política actual y que vieron en Trump un irreverente, una salvación, un camino diferente. 

*Editor Jefe de El Diario de Hoy.
ricardo.chacon@eldiariodehoy.com