A quién no le gusta agregar un delicioso aroma al cuerpo y desea que perdure todo el día.
Desgraciadamente el olor corporal siempre se impone. Esto se debe a que, como todos los animales, nosotros también despedimos olores, algunos no tan agradables que otros.
Utilizar perfumes es algo que se remonta a las primeras civilizaciones de la humanidad, así como el esfuerzo por mantener una fragancia.
Steven Claisse es un maestro perfumista de la firma Takasago.
Para él existe una zona del cuerpo donde se puede rociar el perfume y maximizar su efecto de duración.
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El experto declara que ni el cuello, las muñecas o el pecho son las partes idóneas.
Para Steven el lugar adecuado es el ombligo, porque es el centro de nuestro cuerpo, es el lugar desde donde el calor corporal se irradia y llega a todas las zonas.
Es por ello que en el ombligo está centro del flujo oloroso que nos cubre por completo, tienen esta misma ventaja los codos y la parte interior de las rodillas o fosa poplítea.
Sin embargo Steven cree que ningún lugar es tan efectivo como el ombligo.
Ahora dinos ¿te atreverías a probar?