Las huelgas de los jugadores o las amenazas de paro en los entrenos se suceden semana tras semana en el fútbol salvadoreño. Los destratos hacia los jugadores con la falta de pago son moneda corriente en un medio donde el dinero lejos de abundar, escasea y transforma al deporte más popular del país en un sálvese quien pueda, con personas (futbolistas) en el medioque tienen que hacer malabares para subsistir.
De un total de 12 equipos, apenas tres no han tenido inconvenientes en sus pagos a lo largo de este torneo Apertura 2017: Sonsonate, Alianza, Metapán. Lo que debería ser normal en cualquier actividad aparece en la Liga salvadoreña como algo extraordinario:que se cumpla con el contrato firmado y con las obligaciones de los empleadores.
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