En Holanda los métodos de rehabilitación para delincuentes, son la causa del cierre de 19 cárceles y de otras más en los próximos años.
Contrario a muchos países que tiene serios líos con el hacinamiento en los reclusorios, esta nación está preocupada porque no hay tantos maleantes para encerrar.
En 2005 la población penal holandesa era de 14,468 y actualmente es de 8,245, representando así una caída del 43 %.
Todo eso se debe a los métodos de rehabilitación, enmarcados bajo este principio: ”el servicio holandés se fija en el individuo”.
Jan Roelof van der Spoel es el vicegobernador de la prisión de alta seguridad Norgerhaven, de Países Bajos, explica que si alguien tiene problemas de drogas, se le ayuda a tratar su adicción, si alguien es agresivo se le ofrecen terapias para controlar la ira o si tiene problemas de asesoramiento para manejar su dinero, se le da asesoramiento financiero.
“Tratamos de eliminar lo que los llevó a delinquir. El recluso o la reclusa debe estar dispuesto a cambiar, pero nuestro método ha sido muy eficaz. En los últimos 10 años, nuestro trabajo ha mejorado más y más”, explicó Spoel.
Los delincuentes reincidentes reciben una condena de a penas dos años con programas de rehabilitación, el experto agregó que después de eso menos del 10 % vuelve a la prisión.
Existe otra cárcel como esa, se trata de Esserheem.
Este lugar puede parecer un agradable espacio público, pues posee cuatro canchas de fútbol, está rodeada de árboles de roble, mesas de picnic y tiene redes para jugar voleibol.
La infraestructura del lugar tiene mucho impacto sobre la rehabilitación de los prisioneros. Spoel agrega que el aire fresco reduce los niveles de estrés en los reclusos y el personal.
A los presos se les permite conducirse solos a la biblioteca, clínica y comedor, porque así van tomando autonomía, misma que les ayudará a adaptarse a su vida normal después de la condena.
Otra de las razones por la cual las cárceles de Holanda están cada vez más vacías es porque los jueces utilizan alternativas de prisión muy diferentes a las convencionales.
Algunos proceden a otorgar multas, marcado electrónico o les asignan períodos de servicio a la comunidad.
En la actualidad en Holanda las cárceles son asignadas para individuos considerados de alta peligrosidad o a los más vulnerables que necesitan la ayuda disponible.
“A veces es mejor para las personas permanecer en sus puestos de trabajo, quedarse con sus familias y pagar el castigo de otra manera”, expresó Angeline van Dijk, directora del servicio de prisiones de los Países Bajos.
Policías no están contentos
La falta de trabajo para los policías les está llevando a la depresión y el enojo, delclaró Frans Carbo, representante de los funcionarios de prisiones de la unión FNV.
Las cárceles se han transformado en distintos establecimientos.
Por ejemplo, en el sur de Amsterdam una cárcel se convirtió en un hotel de lujo, posee cuatro suites carísimas llamadas El abogado, El juez, El gobernador y El carcelero.
Otra cárcel se transformó en un centro de recepción de asilo, en el cual trabajan ex guardias de prisión.