Prevenir la erosión puede ser un negocio muy rentable

Se pueden cultivar barreras de dracaena o cordalines, que además de cumplir esta función, se venden a buenos precios.  

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Plantas atractivas que protegen el suelo y resultan rentables

/ Foto Por EDH

Por Mariano Villatoro

2016-11-21 6:24:00

Una ladera se puede convertir en una fuente de ingresos mientras reducimos la erosión. 

Hay plantas óptimas para sembrar con ese propósito y cuya reproducción y venta se convierten en fuente de ingresos.

Podemos abrazar las bondades que Dios nos brinda a través de las plantas propias de la región tropical. 

Entre ellas destacan las dracaenas y las cordaline, que generan una perfecta solución para emprender maquinarias sistemas viables y factibles para toda región del país, especialmente en laderas, que es lo que más abunda en El Salvador por ser un país cuenca.

La demanda es alta a nivel internacional, como el caso de Dubái, para decorar sus invenciones urbanísticas en el desierto y en el mar.

Bondadosas plantas como la Dracaena fragans, Dracaena reflexa y las cordalines se adaptan perfectamente a diferentes ambientes; a pleno sol y desierto a medios de sombra y hasta en el agua, decorando con sus follajes de múltiples colores y totalmente dóciles a formar paisajes en función de la creatividad de cada persona o de los paisajistas.

En todas las laderas se puede frenar la galopante erosión sembrando hileras de estas especies de plantas, con lo que se puede eliminar la realidad degradante en El Salvador que es la fuga de nuestra tierra fértil hacia el mar o el azolvamiento de las presas hidroeléctricas, quitándoles su vida útil y acelerando el fantasma de la crisis energética.

Muy rentable

Además, estas bondadosas plantas le dan belleza al paisaje y son verdaderas máquinas de hacer oxígeno y reservorio de carbono. Cuando se cosecha el producto a exportar, no es necesario arrancarlas o eliminarlas.

Simplemente se poda el tallo y la forma vegetativa se exporta sin necesidad de contener tierra y esta bondad abre la posibilidad de enviar a todos los mercados del mundo, sin mayores restricciones fitosanitarias.

 Las dracaenas y las cordalines son una mina de los recursos naturales renovables que tenemos y que el Vivero San Andrés recomienda aprovechar en los proyectos de la zona costera financiados por Fomilenio II. 

Teniendo en cuenta que son cultivares apropiados para aprovechar en combinación con otro rubro como frutales y maderables y hasta con cultivares de aromáticas y hortalizas. 

Es posible generar entre 40,000 a 70,000 plantas por manzana y realizar entre 4 y 6 cortes para renovar el cultivar en función de la calidad obtenida.

El izote es otra especie que, además de ser flor nacional de El Salvador, cumple perfectamente las bondades de las dracaenas y las cordaline o sea: evitar la erosión, infiltrar el agua al subsuelo generar oxígeno, fácil de establecer setos decorativos y además brinda enormes y bellas flores comestibles, muy nutritivas. Del tallo y las hojas se puede obtener fibra genérica para la industria y no necesita riego en el verano. 

Le basta con el rocío que le cae en las noches, puede manejarse en macetas en el interior de las casas o cualquier edificio.

Como estas hay varias otras plantas que se pueden aprovechar en diferentes funciones. Buscar la asesoría necesaria puede incrementar la rentabilidad y belleza de toda zona rural.