SANTA ANA. Un obelisco de 16 metros de altura corona el punto donde convergen El Salvador, Honduras y Guatemala en la zona del parque Montecristo en Metapán.
El monumento está dedicado a la Reserva de la Biósfera Transfronteriza Trifinio-Fraternidad, que desde el 11 de junio de 2011, forma parte de la Red Mundial de Reservas de Biósferas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El monumento consta de una pirámide de tres caras que simboliza a los países que se unen en el punto trifinio. En la base está una copia del pergamino entregado por la Unesco, que acredita la zona como Reserva de Biósfera Transfronteriza Trifinio-Fraternidad.
Cada lado, en la parte alta de la estructura, cuenta con representaciones de la simbología maya.
El glifo “Kinich Ahua” simboliza el espíritu solar de nuestro Sol y el sol galáctico; y se ubica hacia El Salvador.
El glifo “Muluc”, alude a la Luna y está en el lado hacia Guatemala. El glifo “Ik” expresa el viento galáctico y se orienta hacia Honduras.
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Para su construcción fueron invertidos $250 mil; de los cuales Taiwán aportó $150 mil y el resto fue aporte del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y el Ministerio de Obras Públicas (MOP).
El vicepresidente de la República, Óscar Ortiz, destacó la importancia de la integración de los tres países, no solo en el área ambiental sino también en el desarrollo económico.
“Es una responsabilidad compartida la que tenemos los tres gobiernos; esta zona representa vida, hay que cuidarla, pero también es importante apostarle a la activación económica de la población”, expresó Ortiz.
El viceministro de Medio Ambiente, Ángel Ibarra, habló sobre el valor de la biósfera como zona de recarga hídrica. “Este es un bastión ecosistémico importante. El Trifinio es la cabeza de cuenca de tres grandes ríos: Lempa, Ulúa y Motagua.”