Roberto Herrera, alias El Burro, sumó dos condenas más por robo de vehículos. Se los impuso ayer el Juzgado Especializado de Sentencia de Santa Ana.
De acuerdo con el juez Carlos Linares Ascencio, a Herrera le fueron impuestos cuatro años de prisión por el delito de receptación de un vehículo, esto es, que lo compró a sabiendas de que el carro había sido robado.
El juez le impuso otra condena de cuatro años por el delito de autor mediato en robo de vehículo imperfecto, es decir, que Herrera utilizó a otro para que cometiera el robo, el cual no se concretó.
El Burro Herrera ya cumple varias condenas por otros robos de vehículos. La última, de 35 años, le fue dictada en septiembre anterior.
Antes, ya había sido condenado a ocho años de prisión por otros robos de vehículos.
El convicto también ha sido vinculado al llamado cártel de Texis, una organización dedicada al tráfico de drogas.
30 años por matar a guardaespaldas de jefe de Interpol
En la misma audiencia se le impuso 30 años de prisión a Alexander Antonio Gutiérrez, alias Marcelo, por habérsele comprobado que participó en el homicidio de Juan Arturo Cantaderio Rojas, miembro de la Policía Nacional Civil (PNC) que al momento de ser asesinado se desempeñaba como guardaespaldas de un jefe de la Interpol en El Salvador.
Este hecho fue cometido en agosto de 2012 en el centro de la ciudad de Santa Ana. La intención, según el juez, era robar el pick up. Hasta después de matarlo, los delincuentes supieron que era policía.
De acuerdo con Linares Ascencio, la Fiscalía también acusaba a Herrera de haber participado en el robo del vehículo y privación de libertad de Cantaderio Rojas.
Sin embargo, según las investigaciones en ningún momento hubo privación de libertad ni robo de vehículo en el asesinato del policía.
Las cámaras de vídeo vigilancia instaladas afuera de la casa del jefe de la Interpol, ubicada en Santa Ana, mostraron que el agente fue amenazado con una pistola cuando éste se encontraba dentro de un pick up.
El policía, al ver que Gutiérrez lo apuntaba con una arma de fuego, quiso reaccionar con la suya pero seis disparos se lo impidieron. Murió casi de inmediato.
El cadáver de Cantaderio Rojas quedó dentro del vehículo. Otros policías lo llevaron a un hospital pero fue en vano. Por tales razones, no se le impuso ninguna condena a Herrera por el homicidio del agente policial.