Muy bien por los premiados

Lo mejor es que ya teniendo un premio las empresas focalicen su esfuerzo en mantenerlo. 

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Por Pedro Roque*

2016-11-26 7:59:00

Desde que se iniciaron los premios empresariales en 1951 en Japón con el “Premio Nacional de Calidad” de la Unión Japonesa de Científicos e ingenieros, “Premio Deming”, en honor al Dr. W. Edward Deming, quien fue uno de los pioneros norteamericanos que ayudó a la mejora de la calidad en Japón, siguieron otras organizaciones creando sistemas de análisis empresarial partiendo de diferentes criterios para motivar a las empresas hacia la excelencia.

En 1987, el Congreso Norteamericano estableció el Premio Malcom Waldrig, que entrega el Presidente de los Estados Unidos, también pensado como una herramienta para mejorar la competitividad y el funcionamiento de las organizaciones. 

Este premio lo conocí en el Congreso Internacional de la Asociación Americana para la Calidad en mayo del ochenta y siete en Milwaukee, y además, muy entusiasmado, traduje todas las bases al español y lo propuse al IMPIVA (Instituto para la promoción de la empresas en Valencia) y basándose en él, se diseñaron las bases y criterios para el Premio a la Calidad de las empresas valencianas en 1988… Después la Organización Europea para la Calidad, creó el Premio a la Excelencia Empresarial, al que aplican las mejores empresas europeas…

Y está muy bien que existan estos premios, pues siempre son un aliciente para las empresas que de verdad se preocupan por mejorar sus sistemas de gestión de la calidad u otros sistemas, pues entre tanto, en el mundo existen premios a la gestión medioambiental, la seguridad industrial y la prevención, el mantenimiento, los premios I+D a la innovación y el desarrollo, la responsabilidad social empresarial, las exportaciones, las PYMES excelentes, para los emprendedores y muchos otros…

Me alegra y desde aquí felicito a las empresas que recibieron premios otorgados por ASI y FUNDEMAS, bien por el manejo correcto de la empresa cumpliendo con los requisitos de la ética empresarial, como por sus actividades en el ámbito de la responsabilidad social empresarial.
Aplicar a un premio en la materia que sea requiere estar dispuesto, a conociendo los requisitos del premio, focalizar la atención y los esfuerzos en mejorar en los aspectos que se deben cumplir con una determinada puntuación, para que cuando lleguen a la empresa los representantes de la organización que otorga el premio, contrasten que en la realidad, la empresa cumple los requisitos.

Ser ganador de un premio es un aspecto diferencial importante, útil para potenciarla a nivel nacional e internacional, algo parecido a cuando un científico recibe un galardón por sus investigaciones y sus resultados en bien de la humanidad… 

Las empresas que ganan estos premios normalmente implantaron antes un sistema de gestión, por ejemplo el sistema de gestión de la calidad ISO 9000, que se puede implantar en empresas industriales y de servicios.

Lo mejor es que ya teniendo un premio las empresas focalicen su esfuerzo en mantenerlo y en el futuro prepararse y aplicar a otros premios internacionales.

RUA y el Ingenio la Cabaña son dos empresas amigas que fueron galardonadas y también dos empresas que desde hace años tiene el sistema ISO 9000.

Pues sí, señores empresarios, en El Salvador hay mucho por hacer y a pesar de las condiciones económicas hay que continuar esforzándose focalizándose en la calidad, la ética empresarial, la productividad y la rentabilidad.

¡Nuevamente Enhorabuena!

*Columnista de El Diario de Hoy.
www.centrodecalidadyproductividad.com