Entre la noche de sábado y la mañana de ayer, el departamento de Usulután registró ocho asesinatos en los municipios de San Francisco Javier, San Agustín y Jiquilisco, y en casi todos los casos, las víctimas tienen relación con pandillas, según autoridades de investigaciones de la Policía Nacional Civil (PNC).
Parte de los crímenes ocurridos fue un triple homicidio que tuvo lugar ayer en la madrugada en el cantón Los Patios, en San Agustín.
En ese lugar, las víctimas -dos mujeres y un joven- fueron sacadas de sus viviendas por al menos cinco sujetos armados y vestidos como militares según las autoridades.
Los asesinados fueron identificados como Moisés Alexander Sánchez, de 18 años, y Maricela Elizabeth Cruz, de 22, asesinados en el lugar, mientras que una tercera persona, que las autoridades indagan si fue privada de libertad y luego lesionada de bala, fue identificada como Briseida, de 15 años, quien murió en un hospital de Jiquilisco.
Esta última era la compañera de vida de Sánchez.
Las autoridades de investigaciones de Usulután aseguran que las víctimas tenían vínculos con pandillas y que el móvil de los asesinatos puede estar ligado a eso.
Confirmaron que las tres víctimas fueron sacadas de sus viviendas por un grupo armado a eso de las 2:00 a.m.
Un policía de la zona señaló que hasta ayer en la tarde desconocían la razón del triple homicidio, tampoco si quienes habrían estado tras del mismo eran miembros de la pandilla contraria o supuestos grupos de extermino.
Asimismo, estableció la vinculación de Sánchez con la pandilla 18 Sureña. Sin embargo, no especificó los antecedentes delictivos del joven.
Mientras que en Jiquilisco, la Policía reportó otro asesinato en la colonia La Gaviota II.
La víctima fue identificada como Wilber Alexander Landaverde Recinos, quien desde el municipio de Tonacatepeque se había desplazado a la zona de Jiquilisco para trabajar en los cañales.
El sujeto tenía orden de captura vigente por violación, de acuerdo con las autoridades policiales.
Misma forma de asesinar
Esos crímenes se suman a los ocurridos el fin de semana en San Francisco Javier. En ese municipio fueron ultimados cuatro hombres que según las autoridades policiales estaban perfilados como pandilleros.
Incluso, la fuente de investigaciones manifestaron que la forma en que operaron los asesinos en el caso del cuádruple y del triple es muy similar.
“Llegaron en la noche o madrugada, los sacan de las casas y los asesinan”, dijo.
Agregó que no descartan que sea una purga entre pandillas, pues los asesinados el domingo son miembros de la MS, mientras que los ultimados en San Agustín eran afines a la pandilla 18.
Sobre los asesinados en San Francisco Javier, la Policía los identificó como Roberto Alcides Castro Pérez, de 54 años, su hijo Juan, además Manuel de Jesús Sánchez y Edwin Vidal Rodríguez.
Según la Policía, quienes mataron a los hombres utilizaron fusiles AK-47 y M-16.
Las víctimas fueron amarrados de las manos antes de ser ejecutadas.
Agregaron que los cuatro hombres no permanecían ni dormían en sus viviendas, solo llegaban a comer o cambiarse de ropa; luego se retiraban, supuestamente, a los montes para continuar con sus actividades delictivas y evitar ser asesinados.
Otros homicidios
Entre otras muertes violentas, ayer por la tarde fue asesinado cerca de un punto de taxis en el pasaje 2 de la colonia Bella Vista, en San Salvador, Ernesto Cárcamo.
La persona era conocido por el sobrenombre de “Gato”. Las autoridades no explicaron el móvil del homicidio.
Por otra parte, ayer en la madrugada fue atacado un hombre de 45 años en el cantón Anal Abajo, en Nahuizalco, Sonsonate.
De acuerdo con la información de la Policía, la víctima fue identificada como Alfonso Cruz Hernández, quien estaba departiendo con otros sujetos en un lugar cercano a su vivienda.
Preliminarmente, según las autoridades, el crimen ocurrió después de una discusión que Cruz Hernández tuvo con las otras personas, y eso terminó con su muerte.
En San Salvador, en la colonia la Cima la PNC registró el homicidio de una persona. La víctima era un taxista que fue atacado por pandilleros.