Inimaginables posibilidades cobran vida a través de la mente y talento de Cai Guo-Qiang, artista chino de reconocida trayectoria que llegó al pensamiento de las nuevas generaciones gracias al documental de Netflix “Sky Ladder”.
Su creatividad rompió sus propios límites cuando descubrió que podía utilizar pólvora para dar vida a sus pinturas y a todo un nuevo universo.
No le bastó encender explosivos para dibujar sobre papel o murales, sino que también la implementó para crear espectáculos con fuegos artificiales que cuentan una historia o retratan la sensibilidad del autor.
Head On
Esta instalación está compuesta por réplicas de lobos de alambre, piel de oveja pintada y paja que corren hacia una pared. Plasma la tendencia humana a seguir de manera no crítica las ideologías:
De acuerdo a su página web www.caiguoqiang.com, él emprendió camino en “una investigación que eventualmente llevó a su experimentación con explosivos a gran escala y al desarrollo de detonaciones con su firma. Basados en la filosofía oriental y los temas sociales contemporáneos como base conceptual”.
Aunque su fuerte es la pirotecnia, el artista también es exitoso por sus instalaciones, videos y arte de performance. Es uno de los máximos expones en su natal China, pero también en New York, ciudad donde reside hace algunas décadas.
Elegy
Esta puesta en escena de diferentes capítulos fue la apertura de la exposición The Ninth Wave. Duró cerca de ocho minutos:
Cai fue galardonado con el Premio de Cultura Japonesa en 1995 y el León de Oro en la 48ª Bienal de Venecia en 1999. Aún posee muchos más galardones que lo han llevado más lejos de lo que él mismo esperaba.
Cualquiera que ve su documental “Sky Ladder” logra entender que su arte no es nada superficial. Se enfoca en una de sus explosiones más anheladas, “Escalera al cielo”, la cual tardó muchos años en materializar: