El Salvador obtuvo una calificación baja en cuanto a seguridad y clima de inversión, de acuerdo al índice sobre libertad humana que realizaron conjuntamente el Instituto Cato de Washington, Estados Unidos, el Instituto Fraser, con sede en Canadá, y la Fundación Friedrich Naumann, con sede en Alemania.
El país se sitúa, de acuerdo a ese índice de medio año, en la posición 58 de 159 países evaluados, con un resultado de 7.62 (donde 10 es lo más libre y 0 es lo menos libre).
La medición se enfocó en la libertad económica de los países evaluados, pero también consideró importante agregar más dimensiones de la misma, por lo que en esta ocasión se evaluó el componente de libertad personal.
En este último se abarcan categorías como Estado de Derecho, libertad de movimiento, de religión, de asamblea/asociación, expresión, entre otras.
Sobre la libertad económica, en términos generales El Salvador obtuvo una nota de 7.40 de 10 como máximo puntaje y se ubicó en el puesto 42, de un total de 159 países evaluados.
“Sistema legal y derechos de propiedad. Esta área mide qué tan efectiva es la institucionalidad del Estado para proteger los negocios, reforzando la idea de que el Estado de Derecho da confianza a las inversiones. En esta, El Salvador obtuvo una calificación de 4.14 de 10, siendo su área más baja”, dice el informe de las tres instituciones internacionales.
Al evaluar las subcategorías del sistema legal, el estudio arrojó una calificación de 4.03 a la independencia judicial; Cortes y jueces imparciales obtuvo 3.33.
Recientemente el Fiscal General de la República, Douglas Meléndez, afirmó que en el sistema judicial hay ‘clicas’ que comprometen la independencia en la aplicación de justicia. Esto incide negativamente en el clima de negocios, pues el inversionista ve poca garantía de que sus inversiones se respeten a largo plazo o que las diferencias que surjan puedan ser dirimidas de manera efectiva en los juzgados.
En materia de protección de derechos de propiedad, el país tiene una nota baja de 4.53, mientras que la integridad del sistema legal logró 2.50.
El informe resalta que la confianza en la Policía salvadoreña es de apenas 4.53, y el costo del crimen obtuvo una nota de 2.20.
Es evidente que la inseguridad impacta de gran manera la economía, ya que el costo de las extorsiones afecta a los negocios en el país porque en muchos casos deben invertir en seguridad privada por la poca efectividad del Estado.
Esto coincide con la última Encuesta de Competitividad Empresarial que realizó la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), que reveló que la situación viene empeorando desde 2014, pero en este año se ha agudizado para el sector de la mediana y la gran empresa.
El 23.7% de las medianas empresas encuestadas expresó ser víctima de extorsión. Mientras tanto, el 17.9 % de la gran empresa también dijo sufrir este delito, según las cifras de ese estudio y que corresponden al segundo trimestre de 2016.
En términos generales, el tema de la seguridad logró un puntaje de 6.50.
Y cuando se evaluó el tema de la libertad personal, el país obtuvo un puntaje de 4.84 en materia de Estado de Derecho. En esa área se evaluó la justicia procesal, que obtuvo 6.08 de nota; la justicia civil con 5.06; y el pilar más bajo es el de justicia penal con 3.37 de calificación.
No todo es malo
El estudio de Cato, el Instituto Fraser y la Fundación Friedrich Naumann también consideró que el país cuenta con una moneda saludable y lo calificó con un 9.71.
La libertad de expresión logró un puntaje de 7.60 y la libertad religiosa o de culto de 7.50.
En el tema de asesinatos de periodistas, el país logró un 10, pues se estableció que no es sistemático como en Honduras o México.