El nuevo presidente del Coena, Ing. Mauricio Interiano, muy acertadamente dijo esta frase a su partido, a la prensa y al presidente de la república, señor Sánchez Cerén: “¡El tiempo se acabó! Ya es hora de actuar, de buscar soluciones”. Y es que el país está pasando por una crisis como jamás en la historia se había dado. Ya no busquemos responsables, ya no valen las acusaciones mutuas, los insultos, las diferencias y colores políticos, los razonamientos partidaristas. El país está convulsionando, en cuidados intensivos: “es hora de actuar, de buscar soluciones, de rescatar la Patria”. El Salvador tiene gente capaz, competente, profesional, preparada, patriótica que ha tratado de aportar, de ayudar al Gobierno y ha propuesto soluciones, pero todo cae en saco roto. No hay voluntad; no hay interés; no hay capacidad; no hay compromiso. Pero el Gobierno tiene que comprender que si quiere salvar al país del desastre, tiene que aceptar su responsabilidad, cooperar, tomar decisiones. Tiene que ser humilde y buscar soluciones vengan de donde vengan pero que sean buenas para la gente. Es como el alcohólico que mientras no acepte que tiene un problema, no hay esperanzas de poder ayudarlo. Además admitir errores es de hombres.
Todos podemos equivocarnos, somos humanos. Lo que importa ahora es la gente que sufre día a día por la crisis económica, resolver el flagelo de la delincuencia, propiciar empleos, crear oportunidades, resolver la carencia de medicinas y servicios médicos adecuados, que la educación no sea deficiente, etc.
Observando el debate Presidencial entre el candidato Donald Trump y la candidata Hillary Clinton, el día 26 de septiembre del año en curso, me pareció que las medidas que ofreció el señor Trump para dinamizar la economía de los Estados Unidos de América, crear miles de nuevas plazas de trabajo, evitar la fuga de empresas por los altas tasas tributarias, era bajar los impuestos significativamente y hacer más atractivo el mercado para los inversionistas, que son el motor de la economía. Los Demócratas, con medidas socialistas, han ahuyentado a muchas empresas importantes que se han ido a México, a China y a otros países que ofrecen mejores condiciones y menores impuestos. Esto lo propone un exitoso empresario que sabe de lo que está hablando pues ha demostrado con hechos cómo tener éxito en los negocios. Quien con una luz se pierde. En nuestro país llevamos veintidós impuestos y vienen otros en camino y la solución del Gobierno es seguirse endeudando con más prestamos para paliar la crisis. Estamos llegando al momento de que no podremos honrar los préstamos internacionales, pagar los sueldos de los empleados públicos, cumplir con las necesidades de nuestra gente y el país entero va a colapsar.
Apartemos el odio, la venganza, la política, las ideologías y busquemos soluciones pragmáticas y colegiadas, elaboremos de forma urgente una ley de responsabilidad fiscal. Nuestra realidad se puede comparar con un barco que se está hundiendo. Para evitarlo se tienen que sumar todas las fuerzas vivas sin distinciones políticas, cooperar, ayudar o de lo contrario todos saldrán afectados. El Gobierno es el Capitán del barco. Todos somos salvadoreños. Tiene que tomar en serio y aceptar esa responsabilidad y estrechar las manos que la oposición le está tendiendo.
No se puede gastar más de lo que se tiene. Esto se traduce en que hay que implementar medidas de austeridad, rebajar el gasto corriente y ajustarlo a la realidad del país, analizar los subsidios para beneficiar a los que realmente lo necesitan, evitar los gastos superfluos, los viajes innecesarios, el despilfarro etc. Hay que escuchar al Ing. Mauricio Interiano cuando nos dice: “el tiempo se agotó. ¡Es hora de actuar! De pensar en el País, en la gente que se ha defraudado, que está sufriendo. Por favor señor Presidente Sánchez Cerén asuma su responsabilidad”.
*Colaborador de El Diario de Hoy