Madaya, el pueblo donde los niños prefieren suicidarse a vivir en guerra

La organización Save the Children reveló que en los dos últimos meses hasta 13 menores de edad han buscado un trágico final al estar “psicológicamente triturados”

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elsalvador.com

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2016-10-01 3:44:00

SIRIA. Madaya, una pequeña ciudad montañosa ubicada en Siria, ha visto un “preocupante aumento” en los intentos de suicidio por parte de niño como consecuencia del largo conflicto armado en el país, advirtió una la organización Save The Children.

 

Al menos seis niños y jóvenes y siete adultos jóvenes han intentado suicidarse en los últimos dos meses, indicó Save the Children. No hubo casi ningún caso antes de que comenzara el asedio.

“Los niños son psicológicamente triturados y cansados. Cuando hacemos actividades como cantar con ellos, no reaccionan en absoluto, no se ríen como lo harían normalmente”, relata un maestro sirio de Madaya.

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Todas las expresiones de los menores “se basan en imágenes de niños asesinados en la guerra, o tanques, o el cerco y la falta de alimentos”, advirtió el docente.

Madaya es una de ciudad opositora al régimen de Bashar Al Assad, grupo que intentó derrocarlo en 2011.

Desde entonces, las fuerzas del régimen han bloqueado el acceso a Madaya, un  pueblo de más de 40 mil habitantes. En esta labor cuentan con el apoyo de Hezbollah, un grupo terrorista libanés.

A diferencia de las zonas controladas por Al Assad, los caminos de Madaya están plagados de minas antipersonales.

Por lo tanto sus habitantes tienen dos opciones al querer salir: ser atacados o morir por la explosión de una mina.

Los ancianos, los niños, las mujeres y los hombres están en los huesos: demacrados, muy desnutridos. Tan débiles que apenas pueden caminar y desesperados por el más mínimo bocado, dice la ONG.

Además, han advertido de que cientos de personas están sufriendo problemas psicológicos y enfermedades mentales, como la paranoia o la depresión, debido a las condiciones de vida a las que se encuentran sometidas. 

En la ciudad de Madaya no hay especialistas en salud mental ni servicios médicos básicos, según Save the Children, que ha señalado que, además del aumento del número de suicidios, la zona sufre un brote grave de meningitis.

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La situación llegó a su punto más crítico a principios de 2016, cuando se registraron al menos 65 muertes por inanición, según la ONG. 

“Los niños están muy afectados psicológicamente. Cuando hacemos actividades en las que les pedimos que canten canciones, no reaccionan, no se ríen como lo hacían antes. Dibujan imágenes de niños asesinados durante la guerra, de tanques, asedios o escasez de comida”, ha aseverado Rula, una profesora de Madaya.

“La mayoría sufre malnutrición y tiene problemas para digerir los alimentos. Además, tienen infecciones en su sistema digestivo y padecen enfermedades, como la meningitis. El hambre y el asedio vuelven a asentarse otra vez, como ya ocurrió el invierno pasado. No necesitamos compasión o lástima sino ayuda”, ha añadido.

A principios de 2016, el acceso a la ayuda en Madaya se reabrió ante la gravedad de la situación, permitiendo que convoyes de alimentos y medicinas entraran en la zona. Sin embargo, el acceso volvió a cerrarse en abril, según la ONG, que ha señalado que los niños se han visto forzados a separarse de sus familias. 

Menores bajo asedio
La presión a la que están sometidos por vivir en estas condiciones durante años es demasiado difícil de afrontar, especialmente para los niños. Hay más de 250.,000 menores viviendo bajo asedio en Siria y podemos ver claros síntomas de trauma y angustia», ha afirmado la directora de Save the Children en Siria, Sonia Kush. 

“Madaya, así como otras áreas que se encuentran sitiadas, ha sido olvidada. Esta vez el mundo no debe esperar a que la gente se muera de hambre para poder actuar. Está claro que la población está a merced de los objetivos militares. La comida, el agua potable, la libertad de movimiento y la sanidad siguen siendo derechos a pesar de estar en guerra”, ha señalado Kush.

“Necesitamos que se facilite el acceso a la ayuda humanitaria y que se produzca un mayor esfuerzo por parte de la comunidad internacional para detener las evacuaciones forzosas de ciudades y comunidades enteras”, añade.

Según los últimos datos, el acceso a la mayoría de zonas sitiadas en Siria se encuentra muy restringido. La ONU señala que, en agosto, las ONG solo pudieron acceder a 19 áreas sitiadas. En julio, únicamente recibió ayuda el 9 por ciento de los 5,4 millones de personas que viven en estas áreas. —AGENCIAS. 

100 mil niños beben agua contaminada en alepo

Más de 100 mil niños en el este de Alepo están obligados a beber agua contaminada debido a los daños en las redes hídricas y en las conexiones subterráneas durante los bombardeos intensos de los aviones rusos y el régimen sirio.

La alarma la dio UNICEF y llegó poco antes de otro pedido dramático de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según la cual se necesita crear de inmediato corredores humanitarios para evacuar a la población del este. El oeste de Alepo está controlado por el régimen, mientras que los opositores dominan los barrios del este. Esta zona lleva semanas aislada y hasta 300,000 personas sufren escasez de alimentos, agua potable y asistencia médica.?