“Los 40 son la nueva adolescencia”. Así lo han definido algunos especialistas, que tratan de explicar por qué las mujeres se empeñan por embellecerse, sentirse atractivas, cuidar su apariencia y lucir despampanantes a esa edad.
Este “deseo de belleza” se manifiesta muchas veces en las salidas de los colegios, escuelas y jardines infantiles, en los cuales las mamás son el centro de atención, ya sea por su apariencia descuidada o porque se empeñan mucho en lucir hermosas con su mejor outfit.
Tan común se ha vuelto la situación que en Florida (Estados Unidos), la escuela Broward County estableció un riguroso código de vestimenta tanto para los hijos como para los padres. La intención era la de evitar prendas provocativas y dar un buen ejemplo a la comunidad.
Ante esa situación, el sitio Infobae decidió publicar un informe en el que psicólogos intentan explicar este fenómeno y abordar sus consecuencias.
Dominan dos posturas. Por un lado, las personas que apoyan la libertad de la mujer, que pueda vestir como le plazca y sin importar las circunstancias.
Por otro lado están las personas conservadoras, quienes cuestionan las elecciones atrevidas de las mujeres y las consideran indebidas.
La principal interrogante
En este contexto surge una pregunta. ¿Es adecuado que las mamás se vistan sexy para ir a traer a sus hijos a la escuela?
La psicóloga Beatriz Goldberg, autora del libro “Mujeres en cambio”, tiene sus propios argumentos para explicar eso. ”A partir de los 40 años, la mujer comienza una segunda adolescencia porque se produce un gran replanteo, comenzando por su relación de pareja, si es que tiene. Por más que priorice al hijo, una vez que se es madre, hay una fuerte necesidad de la mujer por corroborar su belleza en la mirada de los demás”.
La experta agregó que es importante que la mujer asuma su edad. “Cada persona ofrece un mensaje verbal y otro no verbal y por más que la mujer necesite reforzar su autoestima una vez que es madre, debe adecuarse a la situación y no ridiculizarse a ella misma ni a sus hijos utilizando ropa demasiado atrevida en ciertas circunstancias”, explicó.
Goldberg enfatizó en que lo ideal es no destacarse en la escuela a nivel sexual porque eso puede conducir a una competencia con la hija.
Otra psicóloga, Jimena Sicutti, compartió su opinión dejando claro que la mujer debe ser libre para elegir cómo desea vivir la vida.
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“Sinceramente, creo que el debate no tiene demasiado sustento por el hecho de que cada mujer tiene que sentirse libre para vestirse como se le ocurra y en la ocasión que ella tenga ganas. Cada una tendrá sus motivos para llevar la ropa que quiera cuando va al colegio de sus hijos y juzgarla sin conocerla, no tiene sentido. Una parte importante de estas libertades femeninas ganadas es que cada una pueda elegir la ropa que quiera para vivir su vida”, aclaró Jimena.
La psicóloga consideró que para muchos adultos, el escenario de la puerta de un colegio es tierra de competencia.
Entonces, ¿qué hacer? ¿Ser una “madre hot” o una “conservadora”? La periodista especializada en temas familiares, Elisa Strauss, comparte una postura intermedia y que da orientaciones valiosas en el tema.
“Ser una madre sexy es una herramienta imperfecta para la construcción de la autoestima. Privilegia a las más jóvenes, es caro, es algo que demanda tiempo de dedicación y es un objetivo muy fácil de críticas. Sin embargo, rechazar esa condición tampoco es una opción tan oportuna. Cuando una madre acude al jardín desarreglada, despeinada o con alguna prenda sucia, resulta ser el foco de las críticas más duras”, dijo.
Victoria Beckham, el caso más emblemático
Entre las prioridades de esta supermodelo está la de revisar y replantear diariamente qué outfits vestirá en cada circunstancia, eso incluye ir por los niños al colegio.
“Los niños me dicen cuándo algo que estoy usando les gusta y cuándo no”, respondió en una entrevista. Pero en más de una ocasión los pequeños han asegurado haberse sentido avergonzados por los atuendos de su mamá. ”El otro día pasé a buscar a mi hija de 5 años, Harper, al colegio y me pidió por favor que no usara nunca más ese vestido”, dijo Beckham respecto a eso.