Bajo la temática “Romanticismo Natural”, la revista Mujeres organizó su evento anual de bodas. Casi 400 parejas llegaron al Hotel Crowne Plaza para participar en una jornada que tuvo de todo: premios, desfile de modas, dinámicas para los futuros esposos, consejos, shows musicales y artísticos, y mucho humor…
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El dúo. La animación estuvo a cargo de Georgina Cisneros (Canal 12) y El Turrón (Canal 21). Con la mejor buena onda, le hicieron frente a las siete horas que duró el evento. “Yo disfruto mucho con esto, es como que el tiempo pasa rapidísimo”, contó Georgina. Vestida por Adolfo Domínguez -un vestido verde y otro rojo-, la presentadora confesó que solo “cinco meses de noviazgo fueron suficiente para dar el siguiente paso hacia el altar”. Turrón, por su parte, admitió que lleva siete años conduciendo el evento y sigue sin atreverse al casamiento. “Quizás la próxima…”, dejó entrever.
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Puntuales. La primera pareja llegó a las 12.01. Fueron Gaby Palomo y Jonathan Ramírez, que se casan en noviembre. Sabedores que había una rifa de una lavadora exclusivamente para aquellos primeros 50 que se presentaban al evento, no quisieron correr riesgo. Al final el premio, cortesía de La Curacao, fue para Laura Palacios y Francisco Castillo. No obstante, Jonathan subió al escenario y ganó premio en una de las tantas dinámicas del día.
Premium. Si bien hubo tres desfiles a lo largo del día, la pasarela de trajes de novias, sobre el cierre, fue la que se llevó todas las miradas. Por ella pasaron los vestidos de Mimi Boutique & Novias, MetroVictoria y Bellísima. Párrafo aparte para las bellísimas modelos, todas orgullosamente salvadoreños. Los trajes de novio, como ya es habitual, fueron de Luho.
Shopping. Una de las ventajas de asistir al evento de la revista Mujeres para los novios es la practicidad. No sólo recibieron consejos y tuvieron la posibilidad de ganar premios sino que en pocos metros dispusieron de todo lo que necesita para armar el presupuesto de la boda (ya no se diga reservar o comprar): stands de catering, de viajes, de tarjetas, de indumentaria, joyas, pasteles, etc., eran parte del atractivo.
A Roatán. Nadie quiso irse antes del cierre. ¿El motivo? El broche de oro fue el sorteo de la luna de miel a Roatán, con boleto aéreo y hotel pagado, cortesía de Avianca Tours. Los afortunados fueron Alejandra López y Álvaro Paz, quienes no pudieron ocultar su emoción. Al menos la luna de miel ya no será un problema. Entre más de 50 premios sorteados los más requeridos fueron las dos líneas blancas (cocina, refrigeradora y lavadora), otro obsequio de lujo para los participantes.
Tendencia. Entre las muchas actividades y charlas, hay que resaltar los consejos de la abogada Helen Vindel sobre todo papeleo previo para la boda. Además de referirse a los famosos acuerdos prenupciales, Vindel hizo hincapié sobre una decisión que deben tomar las mujeres en el momento previo de dar el sí. ¿Dejarse el apellido de soltera y pasar a ser “de”? Esa es la cuestión. Un rápido sondeo efectuado por el Turrón entre las futuras esposas allí presentes arrojó el siguiente resultado: 20% se cambiarán el apellido y pasarán a ser “de”; el 80% restante no usará el apellido del esposo.
Risas. La cuota cómica la aportó Regina Cañas, que -vestida completamente de blanco- arrancó múltiples carcajadas con su monólogo sobre las bodas. Y de entrada marcó las diferencias de cómo viven los casamientos los hombres y las mujeres: “Ellos, como mucho, llevan un año pensando en la boda. Nosotras no, soñamos con nuestra boda desde el día que nos leen por primera vez Cenicienta. A los hombres, en cambio, les leen Peter Pan y Robin Hood, personajes que nunca piensan en casarse”. Regina también dio un consejo valioso para no emocionarse en exceso y que unas lágrimas caprichosas arruinen el maquillaje: “Imagínense a su suegra en tanga para no llorar, así no manchan el maquillaje”.
A placer. El público asistente disfrutó a lo grande y quedó satisfecho. No fue para menos. Fueron siete horas de show, juegos, desfiles, bailes… y nunca faltó la comida. Las bandejas del catering del Crowne Plaza, repletas de sushi, camarones, carnes, pollo, empanadas, quiches y otras delicias acompañaron toda la velada. Y ni hablar del concurrido stand de Suprema, donde servían cerveza helada, además de gaseosas. “¡Estuvo genial! Yo me caso este año, ¿pero se podrá volver igual el año que viene?”, bromeó Gerardo, uno de los asistentes, a la salida.