El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que la economía salvadoreña crecerá por el orden de 2.4 % tanto en 2016 como en 2017, una cifra menor a la planteada por el Banco Central de Reserva (BCR) para este año.
El organismo, que ayer publicó su último Informe de Perspectivas Económicas Globales, estimó que el país aumentó en 2.5 % su Producto Interno Bruto (PIB) del 2015, pero decrecerá una décima en los siguientes dos años. Incluso, para 2021, el FMI estima que el crecimiento interanual será de apenas 2 %.
El asesor económico de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), Carlos Pérez, consideró que la baja proyección de crecimiento “es solo una muestra de lo débil que ha sido la economía salvadoreña en los últimos 15 años”.
Para el analista, después de la crisis de 2009, la situación se ha vuelto más complicada debido a un conjunto de factores que han minado la posibilidad un mayor crecimiento. Entre ellos mencionó la inseguridad física y jurídica, la incertidumbre jurídica, la polarización política, la corrupción y los problemas fiscales que ponen en riesgo la sostenibilidad en el mediano plazo y la estabilidad macroeconómica del país.
Al presentar las cifras económicas al cierre del segundo trimestre de 2016, el BCR reiteró que el crecimiento económico esperado del país se mantendría por encima de su nivel potencial.
El Banco estima que el PIB salvadoreño tendrá un valor esperado de 2.5 % para 2015 y para 2016, con un límite inferior de 2.1 % y uno superior de hasta 2.8 %.
Para 2017, la previsión del BCR se asemeja al 2.4 % del FMI, con un rango de entre 2.3 % y 2.6 %; y para 2017, el valor PIB esperado supera incluso la proyección de este año y se ubica en 2.6 %, en un rango de entre 2.5 % y 2.7 %, diferente a la estimación del FMI.
“Nuestras proyecciones económicas van en línea con los pronósticos que elabora los principales organismos internacionales”, aseguró el titular del BCR, Óscar Cabrera.
El BCR estimó que entre los riesgos potenciales para no lograr el crecimiento económico proyectado se incluyen aumentos en tasas de interés internacionales y en precios de petróleo, alta polarización política, un ajuste fiscal excesivo y mayores costos por seguridad y violencia.
Al rezago de la región
Según el FMI, en los próximos dos años, El Salvador se mantendrá en el rezago de la región centroamericana.
El organismo estima que Centroamérica crecerá un 3.9 % en 2016 y un 4.1 % en 2017. El FMI prevé que Panamá crezca 5.2 % este año y 5.8 % el próximo. Le sigue, Nicaragua, con proyecciones de 4.5 % y 4.3 %, respectivamente. Costa Rica con una estimación del Fondo de 4.2 % para 2016 y 4.3 % para 2017. En tasas algo menores, pero por encima del promedio regional, están Honduras con 3.6 % y 3.7 % y Guatemala, con 3.5 % y 3.8 %, respectivamente.
Organismo bajó pronóstico de A.L.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo ayer, por segunda vez en el año, su proyección de crecimiento para las economías de América Latina y el Caribe y pronosticó una contracción de 0.6 % durante 2016.
La nueva cifra representa un ajuste a la baja de 0.1 % respecto de su pronóstico de abril y de 0.3 % en relación con su estimado de enero.
El segundo año consecutivo de crecimiento negativo deja a la región muy por debajo del 3.1 % de expansión previsto para la economía mundial para 2016.
Sin embargo, el FMI espera que América Latina y el Caribe crezcan el próximo año a una tasa de 1.6%, un aumento de 0.1% respecto del pronóstico de abril.
El declive latinoamericano estará encabezado por Venezuela, dijo el FMI, cuya economía caerá 10 % este año y 4.5% el próximo debido a desbalances macroeconómicos exacerbados desde que los precios petroleros se desplomaron a mediados de 2014.
El crecimiento medio de los países centroamericanos, no obstante, también conllevará crecientes presiones inflacionarias, ya que el organismo espera que el índice de precios pase del 1.4 % del año pasado, al 2.5 % en este y al 3 % del próximo.
El FMI también redujo el pronóstico de crecimiento económico de Estados Unidos, advirtiendo que el descontento político está frenando el crecimiento a nivel mundial.