Si un perro ignora una orden tuya , no necesariamente es su culpa, sino que es posible que esté recibiendo “una mala directriz”, al menos eso cree un grupo de investigadores que descubrió que los caninos “pasan por alto” acciones innecesarias cuando perciben que hay una manera más eficiente para resolver la tarea en cuestión.
Esto quiere decir, que si lo que tu le indicas le parece complicado, opta por una opción más fácil, por eso, a veces percibes que ignora tus órdenes, pero lo que pasa es que está buscando otra manera más fácil de hacer lo que le pides.
Según una nota publicada en el sitio infobae.com, “Aunque los perros son animales muy sociales, pueden trazar una línea y detectar cuando una acción es innecesaria”, dijo Angie Johnston, estudiante y autora principal del estudio que realizó junto con el Centro de Cognición Canina de la Universidad de Yale.
Los perros son sorprendentemente parecidos a los humanos en su capacidad de aprender de las señales sociales, como cuando se les señala algo por ejemplo, por lo que los investigadores se sorprendieron al comprobar que ellos pueden ignoran una orden si encuentran una mejor manera de hacerlo por su cuenta, cita la nota de infobae.com
Para ello, Lauri Santos, directora del Centro de Cognición Canina y su equipo utilizaron 40 perros de diferentes razas para entender si ellos pueden identificar entre un buen y mal consejo, informó The Science of Us.
Como parte del experimento, colocaron un dulce dentro de una caja transparente con una tapa roja y se les mostró a los perros cómo abrirla con una palanca de plástico -muy parecida a un juguete canino- que sobresalía de un costado.
Para resolver este acertijo, simplemente tenían que levantar la tapa roja, pero los investigadores añadieron acciones adicionales como la palanca con el fin de ver cómo responderían.
Después de salir de la habitación y dejarlos solos, el equipo encontró que después de unas cuantas vueltas alrededor de la caja, cada perro aprendió que no era necesaria la palanca para acceder al premio, sino que sólo bastaba con levantar la tapa.
Estos hallazgos sugieren que los animales son capaces de aprender a resolver acertijos a través de la experiencia individual, en lugar de imitar acciones de prueba.