Hasta las 9:00 de la noche de ayer, la Fiscalía General de la República daba cuenta que a nivel nacional, 22 salvadoreños habían muerto de forma violenta en cinco de los 14 departamentos. Entre esa cantidad, tres víctimas eran mujeres.
En los departamentos de San Miguel mataron a cinco personas; en Usulután, a otras cinco; y en Ahuachapán, a seis. Estos tres departamentos concentraron la mayor cantidad. En Chalchuapa, Santa Ana, murieron dos presuntos pandilleros con lo cual la cifra a las 9:00 de la noche llegó al fatídico número de 22 homicidios.
Al amanecer del jueves, en Usulután y Ahuachapán hubo escenas múltiples. En Jiquilisco mataron a cinco personas en un solo hecho.
De los 20 muertos, según la información de la Fiscalía y Policía, al menos 11 podrían estar relacionados con grupos de pandillas.
En la comunidad Nueva Esperanza del cantón El Zamorano, municipio de Jiquilisco, cuatro hombres y una mujer fueron sacados de sus casas por un grupo de hombres armados con fusiles M-16 y AK-47. Los cuerpos aparecieron a la orilla de una calle de la misma comunidad.
Una de las hipótesis sobre esta masacre es que algunas de las cinco víctimas estaban vinculadas a grupos delincuenciales.
Pandilleros muertos en “enfrentamientos”
La Fiscalía también reportó que en Comasagua, departamento de La Libertad, un pandillero murió luego de enfrentarse a balazos con un grupo de policías, según informó la Fiscalía en su cuenta de Twitter.
Así también, las autoridades informaron que en el caserío Los Cruces, cantón El Durazno, en el municipio de San Pedro Puxtla, del departamento de Ahuachapán, cuatro miembros de la mara Salvatrucha (MS-13) murieron al enfrentarse a un grupo de policías.
Al cierre de esta nota, las autoridades aún no habían identificado a los supuestos pandilleros muertos.
En este caso, la versión del subcomisionado Víctor Herrera, jefe departamental de la Policía Nacional Civil (PNC), es que el enfrentamiento se suscitó cuando un grupo de policías fue a verificar una información que les proporcionaron a través de una llamada telefónica, de que en una casa estaban reunido un grupo de mareros.
Aproximadamente a la 1:00 de la madrugada, al llegar al lugar, los pandilleros dispararon contra los policías, entablándose un tiroteo que se saldó con la muerte de los cuatro mareros y un policía herido de bala en la cabeza, quien tras ser trasladado a un hospital de San Salvador y recibir atención médica, se encuentra fuera de peligro.
Mientras tanto, el jefe policial indicó que los cadáveres de dos pandilleros quedaron dentro de la casa “destroyer” (casa ocupada por mareros) y dos más fuera de la misma, pues trataron de escapar. En la casa, según el oficial, habían aproximadamente entre 10 y 12 pandilleros.
Herrera también informó que en la escena del enfrentamiento, a un lado de cada uno de los cadáveres habían quedado las armas que estos andaban.
Entre las armas decomisadas, el oficial detalló que dos eran de los conocidos como trabucos, fabricados artesanalmente, había un revólver y una escopeta.
Otras fuentes policiales indicaron que la escopeta había sido robada el miércoles anterior en una granja del sector.
Varias personas llegaron al lugar para indagar si entre los muertos había familiares suyos, pero hasta al mediodía les fue imposible cerciorarse, pues las autoridades no los dejaban pasar.
Entre los lugareños que se aproximaron a la escena había un hombre que afirmó estar seguro de que entre los cuatro muertos estaba su hijo, Jairo Vásquez, de 21 años.
El hombre explicó que estaba al tanto de que su hijo andaba involucrado con pandillas. También expresó que estaba consciente de que no lo había corregido lo suficiente para evitar que el muchacho tomara ese camino.
Siempre en el departamento de Ahuachapán, las autoridades registraron un homicidio en el municipio de Atiquizaya y uno más en Tacuba.
Asesinan a tortilleras
Entre tanto, en San Miguel, dos mujeres fueron acribilladas en el municipio de Chapeltique, cuando se disponían a comenzar a hacer tortillas, un pequeño negocio del cual sobrevivían.
En este caso las víctimas fueron identificadas como Gloria Andrade, de 46 años, y su hija, María Estela Andrade, de 27, quienes tenían poco tiempo de residir en el lugar donde fueron asesinadas.
La Policía dijo que tenían vínculos con pandilleros.
Siempre en San Miguel, la policía informó de otro asesinato en el municipio de Ciudad Barrios.
Por la tarde, la Fiscalía informó que un hombre de 60 años fue asesinado en el municipio de Osicala, en Morazán.
Mientras que en San Salvador, la Fiscalía informó que un pasajero de un microbús de la Ruta 45 fue acribillado dentro de la unidad de transporte.
En Mejicanos, un joven que trabajaba en un vivero fue asesinado a balazos, lo que marca una semana letal para este municipio que desarrolla el plan El Salvador Seguro, que desarrolla el gobierno.
En Chalchuapa, por la noche, murieron dos personas tras enfrentarse a la policía.