La inclusión de El Salvador en la lista de revisión especial negativa de la calificadora de riesgo Standard & Poors abona al deterioro de la imagen del país y complica aún más el entorno económico para los inversionistas, según dijeron ayer representantes del sector privado.
El presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Luis Cardenal, consideró lamentable la situación “porque pudo haberse evitado si se hubieran hecho las cosas correctas”.
“Las calificadoras de riesgo están diciéndolo de manera elegante, que es por no ponerse de acuerdo. Pero básicamente, detrás de eso están las políticas públicas equivocadas, la mala administración financiera del gobierno y los muy pobres resultados del uso de los recursos que se han tenido para administrar”, señaló el empresario.
La agencia S&P colocó en listado de Revisión Especial, con implicaciones negativas, las calificaciones soberanas de largo plazo en moneda local y extranjera de ‘B+’ y de corto plazo en moneda local y extranjera de ‘B’ de El Salvador por considerar que existe una mayor polarización política en el país.
Para Cardenal, las consecuencias de una baja en la calificación son serias y preocupantes porque pueden provocar un círculo vicioso en el que el país no logre atraer inversión, no crezca, no provea seguridad jurídica ni políticas que faciliten la inversión.
Cabe mencionar que al aumentarse el riesgo crediticio es más difícil colocar nueva deuda y la vigente adquiere una mayor tasa de interés. Algunos economistas consideran riesgoso que, incluso, los bancos internacionales también pueden elevar los costos de fondos de los bancos locales; es decir, que en algún momento, la tasa de interés interna en El Salvador para los préstamos o ahorros puede incrementarse.
Con eso, “son más recursos para el servicio de deuda y el Estado se va a quedar sin recursos para invertir en programas sociales o infraestructura”, dijo Cardenal.
El vicepresidente de la Cámara de la Industria Textil, Confección y Zonas Francas de El Salvador (Camtex), Jaime Guevara, también reconoció que a nivel de imagen internacional, las valoraciones hechas por calificadoras de riesgo influyen en las decisiones de los inversionistas.
Según el representante, en los últimos cinco años la gremial no ha conocido a ninguna empresa nueva del sector que haya iniciado operaciones en el país.
“A medida que vayamos perdiendo en estos índices vamos a seguir siendo poco y menos atractivos como país”, apuntó Guevara.
Cambios en perspectivas
S&P dijo el jueves que el cambio en la perspectiva de calificación se debió a que “la administración financiera se está deteriorando, tal como se refleja en el debilitamiento de la capacidad del gobierno para obtener acceso a liquidez, derivado de la mayor polarización política”.
El organismo advirtió que si no se alcanza un acuerdo sobre las reformas fiscales y otras que ayuden a estabilizar el acceso del gobierno a la liquidez, que contengan el crecimiento del nivel de deuda y que impulsen la confianza de los inversionistas, podría bajar las calificaciones de El Salvador.
La agencia aseguró que resolverá antes que concluya 2016 tomando como base el resultado de las negociaciones sobre la política fiscal, incluyendo la gestión deuda y una ley de disciplina fiscal.
A principios de agosto, Moody’s Investors Service, otra de las calificadoras de riesgo más importantes, bajó las calificaciones de emisor y de deuda de El Salvador desde Ba3 a B1, y colocó las calificaciones en revisión para una baja adicional.
En ese momento, también consideró que la degradación fue motivada por la falta de capacidad de las autoridades para detener la tendencia al alza de la deuda del gobierno, dados los déficits fiscales altos y un bajo crecimiento económico.
Moody’s dijo que la revisión para una baja de calificación adicional evaluaba los riesgos de liquidez del gobierno, derivados de una deuda de corto plazo. También consideraba la falta de acuerdos legislativos que (aún) no permiten la aprobación de una emisión de deuda de largo plazo ($1,200 millones) para pagar instrumentos de corto plazo.